Uno de los sucesos que más debilitó al presidente Alberto Fernández fue la sorpresiva renuncia de Martín Guzmán del Ministerio de Economía. El economista era una de las personas más cercanas al mandatario y su relación era muy estrecha por las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Sin embargo, el kirchnerismo votó en contra de este proyecto en Diputado y a partir de allí todo cambió.
El jefe de Estado dejó de hablar con Cristina Kirchner y con su hijo Máximo, ambos líderes del ala K del Gobierno. «Donde hay un punto de quiebre en la dinámica de la gestión es unos días antes del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), se cortaron todas las líneas de comunicación con Cristina Kirchner», reveló el exfuncionario para NeuraMedia.
En este mismo sentido, afirmó que «conducir la política económica se había convertido en algo extremadamente difícil» con el kirchnerismo al punto tal que era una «hazaña» poder trabajar. Días después, este mismo sector votó en contra de la propuesta en el Congreso de la Nación y las relaciones se terminaron de cortar a pesar de que quedó aprobado.
Martín Guzmán contra Máximo Kirchner
Los principales choques del exministro de Economía con el líder de La Cámpora, a quien tildó de «chico caprichoso» se dieron en el marco del entendimiento con la entidad financiera. Al respecto señaló que el diputado «pedía un acuerdo a 40 años con el FMI, es algo que no es posible. Ahora la vicepresidenta, que es su madre, le da poder a alguien que no puede ejercerlo de forma responsable«.
Además, reveló que se enteró «de que una parte de nuestro propio frente votaba en contra del acuerdo del FMI» horas antes que se lleve adelante el debate en la Cámara de Diputados. Sin embargo, aclaró que eso «afectó a la Argentina, no a mí. Impacta en las expectativas, en la estabilidad política, en la capacidad de gestionar. Estuvimos un semestre gestionando un programa que la líder del frente no apoyó».
«Cuando se da esta situación entre nuestro frente y votar en contra del acuerdo con el FMI, toda la gestión queda afectada. Le daba instrucciones a funcionarios que dependían de mi propia área y me decían: ´Bueno´ y no lo hacían. Pasó principalmente en la política energética», completó el economista que se encuentra alejado del plano político.
Más sobre el FMI
Entre otras confesiones, Martín Guzmán reveló cómo fue negociar con el FMI: «Hay un balde de mierda y otro balde de mierda, y el ministro tiene que meter la mano en uno de los baldes de mierda y eso es lo que hay. Le debíamos 45.000 millones de dólares al FMI. ¿Cuáles eran las alternativas? O llegar a un acuerdo para refinanciar, o hacer el default«, detaló.
Seguido a esto, sostuvo que «si el FMI nos hubiese puesto en un lugar como era el del gobierno anterior, la verdad es que hubiese preferido el no acuerdo. El default era ajuste. En el Congreso, La Cámpora votó un ajuste. Entre el default y el acuerdo, un acuerdo que si lo hubiese conducido Cristina Kirchner hubiese llenado la Plaza de Mayo con pancartas diciendo: ´Le torcimos el brazo al FMI´. Un acuerdo que no tiene precedentes en la historia», aseveró.
