Mucho revuelo. Eso es lo que se generó con su presencia en «Gran Hermano«, debido a las estrategias de juego que utilizó en el reality que conduce Santiago del Moro a través de la pantalla de Telefe. Tras su salida por más del 85% de los votos, el taxista se hizo presente en «A la Barbarossa», el programa que se emite en la misma señal.
Allí, decidió hablar del mal momento que atraviesa después de todo lo que se ha dicho sobre él. «No soy una persona violenta, jamás tuve un problema con nadie. Cero. Me genera bronca que afuera tengan esa imagen mía porque no es la realidad. Quiero que me conozcan como en verdad soy», comenzó asegurando el exparticipante.
«Me pone muy mal que piensen así de mí, jugué mal pero nada más. Lo que me dio un poco de alivio fue que ayer salí a la calle y la gente fue cálida. Me decían que había jugado mal pero que así y todo me bancaban… eso fue hermoso, un alivio», lanzó en relación a la reacción de la gente al verlo por la calle, que fue mejor de lo que esperaba en un principio.
«La espina que tengo clavada es que me mostré de una manera que no soy. Mi hijo más chico la pasó mal por los comentarios que le hacían en el colegio sobre mi persona», sostuvo Juan de Gran Hermano, mostrándose realmente muy afectado por lo que sucedió con uno de sus hijos. Sin embargo esto no fue todo, ya que el taxista continuó con su relato.
«Juan Cruz, mi hijo mayor, es sagrado para mí. Obvio que al chiquito lo amo con mi vida pero con él he vivido momentos duros. Las cosas que pasamos juntos… las guardo en mi corazón. Ahora tomó la decisión de irse a España y yo lo apoyo porque es por su bien. Sé que le va a ir muy bien», concluyó el aliado de Nacho y la Tora dentro del programa.