Este jueves, Corea del Norte disparó varios misiles, incluido un posible misil balístico intercontinental (ICBM) fallido, lo que llevó a Estados Unidos y a Corea del Sur a ampliar los simulacros aéreos que han provocado la ira de Pyongyang. A pesar de la advertencia inicial del Gobierno de que un misil había sobrevolado Japón, Tokio informó más tarde que no era correcto.
Los lanzamientos se realizaron un día después de que Corea del Norte disparó 23 misiles, la mayor cantidad en un solo día, incluyendo uno que aterrizó en la costa de Corea del Sur por primera vez, lo que suscitó rápidas condenas de Washington, Seúl y Tokio.
Desde el lunes, Seúl y Washington están llevando a cabo uno de los mayores ejercicios aéreos de la historia, con cientos de aviones de guerra. Tras el lanzamiento del ICBM de este jueves, los aliados acordaron prolongar los ejercicios después del viernes, fecha en la que estaba previsto que terminaran, informó la Fuerza Aérea surcoreana en un comunicado.
«Una fuerte postura de defensa combinada de la alianza entre la República de Corea y Estados Unidos es necesaria bajo la actual crisis de seguridad que se está intensificando debido a las provocaciones de Corea del Norte», expresó el comunicado, replicó Reuters.
A última hora del jueves, Pak Jong Chon, secretario del Comité Central del gobernante Partido de los Trabajadores de Corea del Norte, manifestó que Estados Unidos y Corea del Sur habían tomado una decisión muy peligrosa al prolongar los simulacros, y que estaban «empujando» la situación fuera de control.
«Estados Unidos y Corea del Sur se darán cuenta de que han cometido un terrible error que no tiene vuelta atrás», dijo Pak en una declaración, según la agencia de noticias KCNA. Previamente, había hecho declaraciones exigiendo el cese de los simulacros.
