Gran parte de Ucrania sigue sin calefacción ni electricidad tras los ataques aéreos de Rusia más devastadores hasta la fecha contra su red energética. En Kiev se advirtió a los residentes que se prepararan para nuevos ataques. También les recomendaron que se aprovisionaran de agua, alimentos y ropa de abrigo.
Moscú reconoce haber atacado infraestructuras básicas, diciendo que su objetivo es reducir la capacidad de lucha de Ucrania y empujarla a negociar. Kiev dice que esos ataques son un crimen de guerra. «Juntos hemos soportado nueve meses de guerra a gran escala y Rusia no ha encontrado la manera de doblegarnos, ni la encontrará», dijo el presidente Volodímir Zelenski.
Zelenski también acusó a Rusia de bombardear incesantemente Jersón, la ciudad del sur de Ucrania que abandonó a principios de este mes. Siete personas murieron y 21 resultaron heridas en un ataque ruso el jueves. El mandatario explicó que, si bien la electricidad, la calefacción, las comunicaciones y el agua se estaban restableciendo gradualmente, «seguían existiendo problemas con el suministro de agua en 15 regiones».
Ukrenergo, que supervisa la red eléctrica nacional, dijo que el 50% de la demanda no estaba siendo satisfecha a partir de las 19:00, hora de Kiev del jueves. En Kiev, una ciudad de tres millones de habitantes, «el 60% de los residentes estaban sin electricidad en un contexto de temperaturas muy por debajo del punto de congelación», dijo el alcalde Vitaly Klitschko, replicó Reuters.
Más de 15.000 personas han desaparecido durante la guerra en Ucrania, explicó el director europeo de la Comisión Internacional sobre Personas Desaparecidas (ICMP), Matthew Holliday. También agregó que no estaba claro cuántas personas habían sido trasladadas a la fuerza, estaban detenidas en Rusia, estaban vivas y separadas de sus familiares. Tampoco cuantas habían muerto y habían sido enterradas en tumbas improvisadas.
