Connect with us

Hola, qué estás buscando?

POLÍTICA

Atentado a CFK: las asesoras de Gerardo Milman entregaron sus celulares pero con adulteraciones

Según un testigo, ambas estaban en el bar Casablanca cuando Gerardo Milman habría hecho referencias al atentado que se produjo dos días después.

Gerardo Milman

Carolina López Mónaco e Ivana Bohdziewicz, las dos asesoras del diputado nacional de Juntos por el Cambio Gerardo Milman, se presentaron ante la Justicia y entregaron sus celulares para las pericias. Sin embargo, el equipo a cargo del fiscal Carlos Rívolo para investigar el atentado a Cristina Kirchner detectó que los teléfonos tenían adulteraciones notables. Mientras que una de ellas entregó uno que no era el original, la otra directamente borró información.

Ambas declararon por segunda vez bajo juramento de verdad, acorde informó Télam. Esta vez ante la fiscalía de Rívolo que tiene delegada la investigación mientras que la primera había sido ante la jueza federal María Eugenia Capuchetti. Mónaco y Bohdziewicz fueron vistas junto al legislador en el bar Casablanca dos días antes del atentado. Según un testigo, Gerardo Milman dijo que, cuando mataran a la vicepresidenta, él ya estaría en la costa.

Las declaraciones

La primera en declarar fue López Mónaco, quien respondió preguntas de la fiscalía y la querella. Además, accedió a entregar el celular y aportó la clave de acceso, aunque dijo que semanas atrás cambió el aparato. La asesora legislativa explicó que el teléfono anterior está en poder de su hermana y lo ofreció en caso de ser necesario.

Tras la declaración de López Mónaco comenzó la de Ivana Bohdziewicz, asesora de Milman en Diputados, que terminó pasado el mediodía. En su caso, también aceptó entregar el teléfono pero dijo que la semana pasada «borró» información, precisaron las fuentes. También le preguntaron cómo reaccionó el equipo de trabajo de Milman cuando se supo del intento de magnicidio a la Vicepresidenta la noche del 1 de septiembre y dijo que hubo un clima de consternación, según las fuentes.

Las colaboradoras del legislador llegaron poco después de las 9.30 a los tribunales federales de Retiro y esperaron en el quinto piso, hasta que fueron llamadas para comenzar una segunda declaración testimonial en la causa. Antes de ingresar a la fiscalía, reiteraron en declaraciones a la prensa que «no es cierto para nada» lo que dijo el testigo sobre la frase atribuida al diputado. En cuanto al testigo, la fiscalía busca volver a tomarle declaración pero sufrió un ACV y el trámite dependerá de su estado de salud.

La pista que dejó Gerardo Milman

La pista de Gerardo Milman se inició el 23 de septiembre a las 17, cuando un asesor del Frente de Todos (FdT) en la Cámara de Diputados, se presentó en los tribunales federales de Comodoro Py. Allí, aseguró ante la jueza María Eugenia Capuchetti que había escuchado al legislador referirse a un eventual atentado antes de que ocurriera.

El testigo, colaborador del diputado del FdT Marcos Cleri, aseguró que el 30 de agosto, 48 horas antes de que se concretara el atentado fallido, escuchó a Milman decirle a dos colaboradoras la siguiente frase, entre risas: «Cuando la maten yo voy a estar camino a la costa». La investigación de esa pista permitió confirmar que el testigo, Milman y sus dos colaboradoras coincidieron en la confitería Casablanca.

El dato más relevante tiene que ver con la hora de aquel mensaje, ya que lo recibió instantes después de que trascendiera la noticia del intento de magnicidio. «Marcos ayer cuando salí de tu oficina fui con mi cuñado a comer a Casablanca. Al lado mío estaba Milmann (sic) con dos pibas y graciosamente decía cuando la maten yo estoy camino a la costa. Y se mataban de risa», decía el primero de cuatro mensajes consecutivos que el asesor le envió por WhatsApp a Cleri el 1 de septiembre desde las 22.36, informaron fuentes judiciales.

«Créeme estoy temblando», decía el cuarto mensaje que Cleri recibió del testigo. Esto fue menos de dos horas después de que se conociera la noticia de que Fernando Sabag Montiel había intentado matar a la vicepresidenta en la puerta del edificio en el que vivía en Recoleta.