River viene de completar la primera parte de la pretemporada en San Luis donde la idea principal de Martín Demichelis era empezar a conocer a los futbolistas e inculcarles su idea. El encuentro amistoso contra Unión La Calera no resultó cómo esperaban en el Millonario pero se empezó a avizorar algunas cuestiones, como el nuevo rol de Enzo Pérez.
Desde que principios del 2019 el mendocino se reconvirtió de la mano de Marcelo Gallardo y pasó a ser el volante central del equipo, moviendo los hilos en cada una de las jugadas. Fue así que pasó a ser uno de los mejores del país en esa posición y a ser una pieza vital para River no solo en la cuestión esquemática sino también en el estilo de juego.
Por esta razón fue más que curioso ver a Enzo Pérez ocupando otro rol en el primer partido con Demichelis a la cabeza. En primer lugar la formación elegida por el entrenador fue un 4-2-3-1, donde Kranevitter se paró como el volante central definido del equipo, y la variante fue que el mendocino se paró mucho más adelantado.
De esta manera el capitán dejó de estar en una posición estática como venía sucediendo durante el último año para ser un mediocampista con mucha movilidad, enfocándose más en el aspecto ofensivo. Más allá de que en apenas 8 minutos el plan inicial se vio modificado por la lesión de Kranevitter, con el ingreso de Aliendro no hubo modificación en la función de Enzo Pérez.
De esta manera todo hace indicar que el número 24 volvería a ocupar el rol que tenía en el momento en el que llegó a River, donde el volante central del equipo era Leonardo Ponzio, mientras que el mendocino buscaba pisar más el área rival. Habrá que ver si esta postura se mantiene con el correr de los partidos y la aparición de otros jugadores.