En las últimas horas Papu Gómez se reintegró a los trabajos en Sevilla luego de haber conquistado la Copa del Mundo con la Selección Argentina, aunque a diferencia de Gonzalo Montiel y Marcos Acuña no tuvo la chance de entrenarse de manera normal ya que viene arrastrando una lesión desde los octavos de final de Qatar cuando salió lesionado.
Apenas iniciado el segundo tiempo del partido contra Australia el ex Arsenal de Sarandí sintió una molestia que le impidió seguir y rápidamente salió reemplazado. En ese momento se pensó que tenía un esguince en el tobillo izquierdo y que en caso de ser necesario podría jugar mediante una infiltración, pero no volvió a sumar minutos en todo el Mundial.
Una vez que se concretó la consagración, la mamá de Papu Gómez reveló que en realidad padecía una lesión ligamentaria. “No pudo seguir jugando. Se rompió un ligamento del tobillo, fue terrible. “No lo tienen que operar porque fue superficial. Tiene para cuatro semanas o algo así, no sé bien porque no entiendo mucho”, aseguró María Villaverde.
Ahora que regresó a Sevilla el atacante se sometió una resonancia magnética y a partir de allí salió un resultado certero sobre la lesión que padece. “Padece una afección del ligamento deltoideo del tobillo izquierdo. Evoluciona favorablemente por lo que, si no se experimentan cambios, en los próximos días irá avanzando en el trabajo de campo”, reza el comunicado.
De esta forma el estudio avala lo que dijo en su momento la mamá de Papu Gómez y ahora será cuestión de tiempo para que regrese a las canchas. Mientras tanto Sevilla está intentando salir a flote en medio de una temporada que comenzó bastante mal con Julen Lopetegui y que hasta el momento no logró levantar con Jorge Sampaoli en cuanto a resultados.