A mediados del año pasado Vélez parecía romper el mercado con la llegada de Diego Godín, quien había quedado con el pase en su poder luego de vestir la camiseta de Atlético Mineiro. Lo cierto es que un sinfín de lesiones hizo que el defensor prácticamente no pueda jugar, por lo que comenzó un tratamiento especial antes del Mundial.
Fue en ESPN que el Faraón se refirió a la durísima situación que tuvo que atravesar el año pasado. “No lo pude disfrutar. Llegué el año pasado, mal… Venía con una tendinitis rotuliana que arrastraba de hace un año. No quería parar porque tuvimos las Eliminatorias, que estábamos jodidos en un momento”, comentó en primer lugar.
Luego agregó: “Después vino el cambio de técnico, teníamos que jugar para clasificar. Era poner parches a una lesión que es crónica. Me hizo sufrir muchísimo. No podía casi entrenar. Entrenaba con dolor y el tendón se seguía degenerando, me seguía lesionando”, aseguró Godín, que finalmente se tuvo que someter a un tratamiento en España.
“Llegó un punto que tuve que parar acá en Argentina porque no podía correr, literalmente. No podía bajar las escaleras de mi casa. Estaba jodido. Era una frustración importante. Ahora estoy con las ganas de disfrutar con mis compañeros. No pude ser yo, ni fuera de la cancha ni adentro. ¿Si pensé en el retiro antes del Mundial? Se me cruzó, claro”, aseveró.
Finalmente Godín volvió a sumarse a Vélez luego de un proceso de meditación muy importante. “Me tomé un tiempo considerable para descansar, llenarme y volver. Quiero disfrutar. Además, me sentía con la responsabilidad, obligación y agradecimiento con Vélez. A mí Vélez me ayudó muchísimo. El Cacique, los dirigentes, el cuerpo médico. Por más que veían que no estaba bien. A los hinchas nunca pude darles en la cancha lo que esperaban de mí, y me trataron con respeto”, cerró.