El papa Francisco inicia un viaje a dos frágiles naciones africanas a menudo olvidadas por el mundo, donde los prolongados conflictos han dejado a millones de refugiados y desplazados luchando contra el hambre. Desde este martes hasta el 5 de febrero, el pontífice de 86 años visitará República Democrática del Congo y Sudán del Sur.
En estas dos naciones, los católicos representan aproximadamente la mitad de la población y donde la Iglesia es un actor clave en salud y sistemas educativos, así como en los esfuerzos de construcción de la democracia. El viaje estaba programado para julio pasado, pero se pospuso porque Francisco sufría un brote de una dolencia crónica en la rodilla.
Francisco aún usa silla de ruedas y bastón, pero su rodilla ha mejorado significativamente. Ambos países son ricos en recursos naturales —Congo en minerales y Sudán del Sur en petróleo— pero acosados ??por la pobreza y los conflictos.
La República Democrática del Congo es el segundo país más grande de África y tiene una población de unos 90 millones. Recibe la primera visita de un papa desde que Juan Pablo II viajó allí en 1985, cuando era conocido como Zaire. «Congo es una emergencia moral que no puede ser ignorada», dijo a Reuters el embajador del Vaticano en este país, el arzobispo Ettore Balestrero.
Francisco había planeado visitar la ciudad oriental de Goma. Pero esa parada se canceló tras el resurgimiento de los enfrentamientos entre el ejército y el grupo rebelde M23 en la zona donde el embajador de Italia, su guardaespaldas y su conductor fueron asesinados en una emboscada en 2021. Francisco permanecerá en la capital, Kinshasa, pero allí se reunirá con víctimas de la violencia del este.
Peregrinación sin precedentes
El viaje adquiere una naturaleza sin precedentes el viernes, cuando el Papa parte de Kinshasa hacia la capital de Sudán del Sur, Juba. Ese tramo se está haciendo con el Arzobispo de Canterbury, Justin Welby y el Moderador de la Asamblea General de la Iglesia de Escocia, Iain Greenshields.
«Juntos, como hermanos, viviremos un camino ecuménico de paz», dijo Francisco a decenas de miles de personas en la Plaza de San Pedro el domingo. Las tres iglesias representan la composición cristiana del país más joven del mundo, que se independizó en 2011 del Sudán, predominantemente musulmán después de décadas de conflicto y tiene una población de alrededor de 11 millones.
