El subsecretario general de Asuntos Humanitarios de la ONU, Martin Griffiths, manifestó este miércoles que se estaba hablando con funcionarios talibanes de Afganistán para tratar de obtener más exenciones y directrices escritas que permitan el trabajo de algunas mujeres cooperantes pese a la prohibición que pesa sobre el personal femenino de las ONG.
Griffiths expresó a Reuters que durante las conversaciones mantenidas con las autoridades de Kabul en los últimos días, su mensaje había sido: «Si no pueden ayudarnos a rescindir la prohibición, dennos las exenciones para que las mujeres puedan operar».
El gobierno talibán ordenó el mes pasado a las ONG, muchas de las cuales realizan operaciones para la ONU, que impidan trabajar a la mayoría del personal femenino. Griffiths afirmó que se habían concedido algunas exenciones a la prohibición en sanidad y educación, y que estaban escuchando indicios de una posible exención en agricultura.
No obstante, indicó que se necesita mucho más, con servicios de nutrición y agua y saneamiento como prioridad para prevenir enfermedades graves y malnutrición durante la grave crisis humanitaria que vive el país. «Las próximas semanas son absolutamente cruciales para ver si la comunidad humanitaria (…) puede quedarse y cumplir», afirmó a Reuters.
Según indicó, basándose en las conversaciones mantenidas con las autoridades en los últimos días, la ONU y las agencias humanitarias esperan que en las próximas semanas se cree un conjunto de directrices escritas que permitan a las ONG operar con personal femenino en más zonas con seguridad.