El campo, una vez más, demostró su preocupación por la sequía que sufren varios territorios dedicados a la agricultura. El problema que afecta a más de la mitad del territorio nacional provocaría, según su advertencia, que los niveles de producción agropecuaria se ubiquen este año por debajo de la campaña 2021/2022. Además, sería la peor del promedio de las últimas cinco cosechas, especialmente de trigo.
Un informe de la Bolsa de Cereales al cual accedió NA, advirtió que la campaña 2022/2023 se caracteriza por atravesar un escenario complejo. En él se explica la producción de los principales granos sufrirá recortes significativos desde las proyecciones efectuadas en el lanzamiento de la campaña gruesa, en septiembre último.
Esa complejidad está dada por motivos climáticos. A esto se le suma el aumento de los precios de los insumos y políticas que, en conjunto, «modifican la decisión de los productores». Pero el prolongamiento del fenómeno «La Niña», que ocurre por tercera campaña consecutiva, «ha agravado aún más la situación dificultando el proceso de siembra, el desarrollo de los cultivos junto al área apta para cosechar, provocando caída en los rendimientos potenciales», alertó la Bolsa.
En ese sentido, puntualizó que la etapa productiva de los cultivos de invierno ya se encuentra definida. Dada la sequía, los niveles de producción se ubicarían por debajo de la campaña anterior y del promedio de las últimas cinco campañas. El fenómeno también afecta a los cultivos de verano, por lo que el panorama de los próximos meses es aún incierto para la soja, el maíz y el girasol.
Las zonas rurales más golpeadas
El Centro-Norte y Sur de Córdoba y el Norte de La Pampa-Oeste de Buenos Aires son las regiones más afectadas. La ausencia de precipitaciones a lo largo de la campaña, junto a las reiteradas heladas en momentos críticos para la definición de los rendimientos, provocaron mermas y pérdidas de área cosechable. Por otra parte, se suman las heladas en Mendoza, las cuales golpean al sector vitivinícola.
Asimismo, durante el inicio de la implantación de trigo, la falta de humedad superficial sobre el centro-norte del área agrícola no permitió completar los planes de siembra. Esto dejó fuera de la campaña 2022/23 unas 600.000 hectáreas de trigo. Están concentradas, principalmente, sobre el NOA, NEA, Centro-Norte de Córdoba y Santa Fe y el Núcleo Norte. La entidad advirtió que la caída de la producción de granos implica una reducción de las exportaciones. También impactará en la recaudación impositiva vinculada al sector y de su aporte al PBI.