Se trata, sin lugar a dudas, de una de las actrices más reconocidas de su generación. Verónica Llinás ha sabido muy bien de qué manera ganarse el cariño del público que la sigue desde hace años a través de sus diferentes proyectos. Esta vez, fue noticia por lo que contó en “Cortá Pol Lozano”, el programa que conduce Verónica Lozano en Telefe.
“Cada tanto me gusta recordar y traer a mi mamá o a mi papá, que era un escritor increíble, porque creo que no se los ha valorado lo suficiente y esta bueno que uno los recuerde como yo creo que lo merecerían», comenzó asegurando en torno a su historia familiar, abriendo su corazón frente a las cámaras y cada uno de los televidentes.
“Mi padre, Julio Llinás, era escritor y mi madre, Martha Peluffo, era pintora, ambos vivían en Buenos Aires. Mi padre murió en el 2018 y mi mamá falleció muy joven, cuando tenía 49. Cuando se fue, ella ya tenía una carrera importante en la Argentina. Y eso que vivió en distintos países, como Venezuela, Colombia y Estados Unidos», destacó.
“Me quedé viviendo con mi papá. Después mi mamá volvió a la Argentina, me quiso llevar, pero ahí ya estaba enferma de cáncer y no pudo volverse a ir. Ella formaba parte del grupo de Rogelio Polesello, Jorge de la Vega, Noé y de todos esos artistas. Fue una de las primeras pintoras tachistas argentina, ganó un premio en la Bienal de San Pablo”, sostuvo Verónica Llinás.
Inmediatamente, decidió ir por más. “Fue una madre que estuvo presente, pero mi mamá tenía una pasión por su carrera y fue muy difícil cuando ella se fue. Ocurrió entre mis 13 y mis 16, una edad difícil. Y cuando volvió, estaba enferma. Era muy distraída y bohemia. Esa distracción era casi patológica. Era una persona que podía abstraerse a niveles inusitados. Quizás yo le decía “mamá” muchas veces y ella no registraba, hasta que le gritaba y me decía: “¿Qué pasó?” Y ahí volvía de no sé qué planeta”, señaló.
“Fue una familia cruzada por la tragedia. Mi papá también perdió un brazo en un accidente de auto siendo muy joven», agregó. «Pero él tenía un espíritu de mucho humor», continuó Verónica Llinás sobre su padre. «Todo lo pasaba y lo tamizaba por el humor», sumó. Y recordó cómo bromeaba con «su muñoncito»: «Decía, ‘Dale un beso a Fafito'», sentenció Verónica.