El jefe de Gabinete de la Nación, Agustín Rossi, brindó el miércoles su primer Informe de Gestión ante la Cámara de Diputados. Al funcionario le salieron con los tapones de punta desde la oposición debido a varios temas que, según algunos dirigentes, no abordó. Pero también desde el Campo. Es que Rossi acusó a ese sector de haber iniciado en 2008 la violencia política en el país.
Los dichos de Agustín Rossi
“Lo que sucedió con Cristina (Kirchner, en alusión al intento de asesinato que sufrió el año pasado enfrente de su casa) no es producto de la casualidad. Para que haya existido alguien que le puso un revólver en la cabeza a Cristina, tuvieron que existir antes los discursos del odio. La violencia política en la Argentina está hace mucho. Empezó en 2008 con el conflicto agropecuario”, señaló Rossi durante su alocución en el recinto de la Cámara baja.
En esta línea, aseveró: “Fue la primera vez que vi un cartel con la palabra ‘yegua’ para referirse a Cristina”. Vale recordar que en 2008, la entonces presidenta -hoy vice- Cristina Kirchner intentó subir los derechos de exportación al campo a través de un mecanismo de retenciones móviles crecientes según el precio internacional. La fallida Resolución 125, ideada por el entonces ministro de Economía, Martín Lousteau. Rossi, en ese momento, era jefe de la bancada oficialista en Diputados.
La respuesta desde el Campo
Esto no fue bien recibido por el Campo. A tal punto que Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) salió a cruzar al funcionario con un fuerte comunicado. “La afirmación del ministro jefe de Gabinete sosteniendo que la violencia política comenzó en 2008, con lo que denominó ‘conflicto agropecuario’, resulta una descalificación grosera y falaz, que elude la verdad histórica sobre la real violencia política y sus generadores”, indicó la entidad.
CRA afirmó: “Quienes tuvimos que asumir en 2008 la pretensión del Gobierno Nacional de apoderarse de los ingresos y por ende del futuro de los productores agropecuarios, no hicimos más que reclamar de manera pública, el retorno a la institucionalidad en materia impositiva, que en aquel entonces se había quebrado”. “Lo que Rossi llama violencia, debiera caberle a quienes ostentaban la máxima jerarquía en el Gobierno”, contrapuso.
Asimismo, la entidad agropecuaria remarcó que desde aquella gestión “descalificaban día a día a los productores y a la producción, tratando de yuyo a la soja, producción. A la que paradójicamente, hoy, recurren para sostener los ingresos fiscales”. Y sostuvo: “Sería útil a la verdad y a la historia que el Ministro dejara de lado su prejuicio ideológico y distinguiese entre el reclamo legítimo de una enorme cantidad de productores y la ciudadanía que los acompañaba, de la verdadera y cruel violencia política, que se instaló hace más de 50 años en Argentina”.
“Confederaciones Rurales Argentinas deplora todo tipo de violencia. Por ello se siente injustamente agredida, cuando se le imputa un hecho histórico que la tuvo como co-protagonista, de manera parcial y equívoca, pretendiendo adjudicarle una conducta sectorial que nunca tuvo”, añadió. Finalmente, la entidad lamentó que “un Ministro continúe denostando a los productores para defender con inexactitudes el pasado y el presente de un Gobierno que navega en su propia incompetencia”.