El clásico de La Plata pautado para las 16.30 se retrasó más de diez minutos por distintos motivos. Al momento de ir hacia el banco de suplentes del Estadio Juan Carmelo Zerillo, los jugadores de Estudiantes, que no son titulares ante Gimnasia, se encontraron sal y el encuentro por la octava fecha de la Liga Profesional 2023 no comenzó hasta que se retiró.
A minutos del pitido inicial en el Bosque, mientras ambos equipos se encontraban haciendo la entrada en calor en el terreno de juego, los futbolistas fueron notificados de que el encuentro no iba a comenzar a la hora establecida por algunos ajustes vinculados al VAR y a fanáticos del Lobo, que estaban colgados del alambrado y llamar su atención con la voz del estadio.
Sin embargo, las dos cuestiones anteriores no fueron las únicas que causaron polémica a minutos del partido, cuando los jugadores del Pincha notaron que los rivales los quisieron «mufar», se quedaron parados enfrente del banco de suplentes esperando que retiren la sal para que el duelo comience. Mientras esto sucedía, los fanáticos locales hacían sentir su presencia.
Sal antes del clásico
Dos días antes del clásico un individuo arrojó sal gruesa en la cancha de Gimnasia. El hecho ocurrió por la mañana, justo antes del mediodía, y la persona fue alertada por los empleados del club, aunque nadie imaginó su accionar. «No sé quién habrá tirado la sal, pero quiero decirle que está muy cara», dijo Chirola Romero, el DT del Lobo, entre risas, en la conferencia de prensa previa.
Operativo de seguridad especial para Gimnasia vs. Estudiantes
Este encuentro contó con un amplio dispositivo de seguridad que se activó tres horas y media antes del juego. Del mismo participaron alrededor de 650 efectivos de la Policía de la Provincia de Buenos Aires. Además, sólo pudieron asistir socios y socias de Gimnasia, ya que en esta oportunidad no se liberó la venta de generales como sí había ocurrido en los clásicos recientes, previos a la represión policial en el partido ante Boca que derivó en la muerte del hincha César Regueiro, el año pasado.