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POLÍTICA

De obstrucción arterial a “dolor lumbar agudo”: los problemas de salud de Alberto Fernández

Un racconto de las dificultades sanitarias que afrontó Fernández desde que era candidato a presidente hasta iniciada su gestión.

Alberto Fernández

Tras conocerse la inflación de febrero (6,6% respecto de enero), se informó que al presidente Alberto Fernández debieron trasladarlo a la clínica Otamendi de la Ciudad de Buenos Aires por un “cuadro de dolor lumbar agudo”. Allí, le realizarán estudios para recibir “un tratamiento específico”, comunicó la Unidad Médica Presidencial. Éste no fue el único problema de salud de Fernández durante su gestión. Hace unos meses padeció una gastritis erosiva durante su participación en el G20.

La noticia se conoció luego de que el jefe de Estado, por segundo día consecutivo, no asistió a la Casa Rosada ni se había dado a conocer su agenda oficial, según NA. El pasado sábado, Alberto Fernández había participado de una actividad en el partido bonaerense de Luján junto al padre José María ‘Pepe’ Di Paola, oportunidad en la que sumó su adhesión al proyecto ‘Ni un pibe ni una piba menos por la droga’.

A mediados de noviembre último, al Presidente debieron trasladarlo hasta el Sanglah General Hospital de Bali, Indonesia, al sufrir descompensación, con mareos y sangrado, producto de una gastritis erosiva. El inconveniente de salud había sucedido en el marco de una visita de Fernández a la ciudad de Bali, donde se encontraba para participar de la Cumbres de Líderes del G20, la cual se realizó del 15 al 16 de noviembre de 2022.

“En el día de la fecha el Señor Presidente de la Nación Argentina, Dr. Alberto Ángel Fernández fue evaluado medicamente, se diagnosticó una gastritis erosiva con signos de sangrado, recibió el tratamiento médico adecuado encontrándose en buen estado de salud y reanudando sus actividades con control médico”, había indicado un comunicado oficial fechado el pasado 15 de noviembre.

Luego de aquel episodio, Fernández admitió el susto que le generó esa situación. “Me asusté yo. Fue un mal momento. Tuve un problema estomacal que arrastro de hace muchos años, pero nunca se había manifestado en esa forma, de que el estómago sangre”, manifestó en diálogo con Radio 10. Dijo, entonces, que eso le hizo “bajar la presión muchísimo”. “El estrés y los nervios tienen mucho que ver y los médicos me pidieron que pare un poco”, señaló el Presidente en aquella ocasión.

Los otros problemas de salud que afrontó Alberto Fernández

A mediados de 2019, cuando Cristina Kirchner ya lo había anunciado como su compañero de lista para las elecciones presidenciales de ese año, Alberto Fernández sufrió una inflamación pleural. Los médicos expresaron que podía corresponder a una obstrucción arterial. “Yo ya había tenido en el 2008 un antecedente de un pequeño coágulo en el pulmón”, dijo el entonces candidato a presidente, que por orden de los profesionales está anticoagulado.

Dos años después, mientras el mundo atravesaba el segundo año de la pandemia del Covid-19, el Presidente se contagió de coronavirus. Paradójicamente, el test dio positivo en el día de su cumpleaños 62. Los médicos informaron entonces que se trató de un cuadro leve a causa de la vacunación, por lo cual no requirió internación, aunque sí el aislamiento preventivo recomendado en ese entonces por las autoridades sanitarias.

El día que Alberto Fernández habló de su peso y sus ojeras

Otro episodio recordado es cuando Fernández afirmó en septiembre de 2021 que estaba “más gordo” porque “la angustia de este tiempo” la canalizaba “comiendo dulces”. Su afirmación llegó en momentos de campaña electoral rumbo a las legislativas. Más precisamente, en el acto de cierre de la campaña bonaerense del Frente de Todos en Mar del Plata. “Estoy más hace más gordo porque como nos pasa a muchos de nosotros. La angustia de este tiempo la canalizo comiendo dulces”, señaló el mandatario.

“Y eso hace mal. Me pasa, para qué les voy a mentir”, reconoció Fernández. Seguidamente, enfatizó: “¿Saben por qué tengo ojeras? Porque amanezco a las siete de la mañana y me duermo a las doce de la noche, una de la mañana. Y lo hago feliz, encantado, estoy orgulloso de mis ojeras, las ojeras me las causó cuidar a mi pueblo”, señaló el jefe de Estado. “No me da para acostarme a ver Netflix a las siete de la tarde”, ironizó en detrimento de su predecesor Mauricio Macri.

La “dieta de Alberto”

En noviembre de 2022, el Presidente volvió a referirse a su imagen y reveló que, desde hace un mes, está a régimen y bajó mucho de peso. “Me puse a hacer una dieta que la inventé que yo. Es la dieta de Alberto y es muy simple: consiste en no comer”, dijo en declaraciones a Futurock. Asimismo, dio detalles de su rutina y su alimentación. “Generalmente empiezo el día desayunando con alguien, tipo 8.30 o nueve de la mañana, por motivos de trabajo”, arrancó.

Y continuó: “Tengo una alarma biológica por la cual, desde hace siglos, a las 7.15 mis ojos ya no se cierren más. Me despierto solo, sin alarma”. Luego, contó que está a dieta. “Me puse un chip en la cabeza que dice: ‘Bajá de peso’. La dieta la inventé que yo. Es la dieta de Alberto y es muy simple: consiste en no comer. No comer nada de las cosas que a uno más le gustan y que más engordan. Eliminé todo lo que tiene que ver con el pan, con las harinas y con los hidratos (de carbono). Eliminé todo lo dulce, que es lo que más me cuesta”, se explayó.

En cuanto al desayuno, Fernández relató que empieza el día comiendo una manzana o una pera rallada y avena. A eso le suma un vaso de leche y jugo de naranja. Previo al almuerzo, explicó, se toma una taza de caldo “para bajar la ansiedad” y luego ingiere carne, pollo o pescado y lo acompaña con verduras grilladas. “La dieta está dando resultado. Estoy contento porque he bajado bastante de peso”, afirmó.

Asimismo, aclaró: “Yo no fumo, no tomo alcohol, pero canalizo comiendo cosas dulces y me fui al diablo con el peso. Ahora cuando me vean flaco van a empezar a inventar qué enfermedad tengo”, aseguró. Por último, reconoció que está “más canoso” que cuando asumió, pero “más delgado”. “Ser Presidente se siente físicamente porque estas en tensión permanente y te convertís en el ‘chivo expiatorio’ de una sociedad que quiere respuestas y que, pase lo que pase, pareciera que el responsable es el Presidente”, dijo.

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