Directa, sincera y sin pelos en la lengua. Así fue como se mostró en las últimas horas nada más y nada menos que Guillermina Valdés, una de las figuras más importantes del mundo del espectáculo de nuestro país. Fue en una charla con María Belén Ludueña en República Z, donde no dudó en hablar acerca de sus vínculos y su presente.
«Estoy en una etapa de autoconocimiento. Estuve 28 años en pareja entre tres hombres; tengo 45, cuatro hijos. Hoy es otro mi momento y lo re valoro. En realidad soy bastante introspectiva, lo cual es bueno y a veces, no. Me estoy conociendo más y eso hace que tenga otras elecciones, no porque las anteriores hayan estado mal; hablo en general, con amistades también», afirmó.
«Estoy aprendiendo de mis errores, porque cuando uno termina vínculos está bueno tener un aprendizaje de lo que nos dejan, sin victimizarse ni tirarle el bardo al otro de los errores. En un punto agradezco los momentos vividos y las personas que pasaron por mi vida», manifestó Guillermina Valdés, a quien le preguntaron si sentía que se había equivocado en algunas decisiones que tomó en su vida.
«¿Quién no se equivoca? Somos todos seres humanos. Sí, me equivoco, pero quizás lo que hoy considero un error con el tiempo me doy cuenta de que es un aprendizaje. Porque siempre termina siendo un aprendizaje. Pero me gusta hacerme cargo, creo que es lo que me hace crecer y transformarme, es la única forma de vivir que encuentro», apuntó.
Fue en ese momento cuando habló de sus exparejas. «Estoy aprendiendo de la libertad. Libertad, no libertinaje. Me llevó todos estos años entenderla y reconocer el valor que tiene. Porque desde los 14 que estoy de novia, y ahora no sé si soy tan noviera, o tan esposa o tan compañera. Fueron muchos años y me encantó y los agradezco. Y no los cambiaría. De Sebastián (Ortega) rescato mis hijos; fue una persona que me enseñó mucho sobre el laburo, la pasión, la creatividad. Lo mismo Marce (Tinelli), que es una persona además súper cariñosa, amorosa y muy generosa conmigo y con mis hijos. En el sentido amoroso digo, que es el más importante», culminó Guillermina.