Desde que comenzó ‘Gran Hermano‘, en octubre, los participantes se encuentran aislados. Siempre que pueden, todos los participantes expresan que extrañan a su familia, incluso Marcos, que lo hace a su manera. Es por esto que ayer, se pudo ver un momento de mucha emoción en Telefe, cuando el participante se reencontró con su padre.
Durante los últimos días, se están viviendo momentos de mucha emoción en ‘Gran Hermano’. Es que, al quedar los cuatro finalistas, cada uno comenzó a recibir a sus familias, para darles fuerza en este momento tan especial. Luego de que Romina se reencuentre con sus hijas, Nacho con su abuela y su segundo papá, y Julieta con su familia y su novio, fue el turno de Marcos.
Cuando Santiago del Moro le avisó a Marcos que podía ir al sum a encontrarse con su familia, el participante corrió. Al ver a su padre, no pudo contener las lágrimas, y se unieron en un abrazo, que duró varios minutos. Luego, el padre le comentó que «en casa todo está bien, quedate tranquilo, todos te amamos, te extrañamos. Todo está perfecto en casa. Te traigo el abrazo de tu mamá, especialmente».
En un momento, Gran Hermano los interrumpió para comentar: «José, un placer tenerte en casa». A lo que, el padre de Marcos expresó: «El placer es mío. Realmente agradezco enormemente esta oportunidad, tu calidez, tu voz, y que traten tan bien a todos los participantes, especialmente a mi hijo. Así que, gracias infinitas». Minutos más tarde, el padre sorprendió a Marcos con una carta. Se paró y comenzó a leérsela: «Hijo querido del alma. ¿Cómo se puede demostrar el amor a un hijo sin fallar?».
«A veces con el hablar, otras veces simplemente callar, otras solamente mirar, otras tantas extrañar… Sin embargo, muchas veces, nos podemos equivocar, es parte de la vida y del andar. Eres parte de mi vida, corazón, y el pensar, eres rostro de mi rostro, el cual anhelo abrazar. Quiero decirte que, mi amor por tí, es afirmar que eres sangre de mi sangre, sangre de mi luchar. Anhelo de mi alma, que suspira por tu bienestar. Es un deseo profundo que tengo al caminar, que llegues a buen término al alcanzar la meta que tanto deseas tocar», compartió.
Luego, continuó leyendo: «Que nunca te falte el perseverar, mi ilusión es verte triunfar… Pero, en realidad, ya lo hiciste con tu desempeñar. Dios te bendiga hijo mío, que te cuide y no te deje de acompañar. Quiero que sepas que, siempre, te he de amar, vamos siempre a ganar». Al terminar de leer, se dieron un abrazo, entre lágrimas, y el padre le dijo: «Te quiero hijo, te quiero con todo mi corazón, te extrañamos, fuerza hijo, ánimo, valentía, luchá, vencé».