Durante días, miles de argentinos de uno y otro lado de la grieta se la pasaron analizando el gesto de Lionel Messi, que en plena gala de «The Best» había posado para una foto junto a Mauricio Macri y su esposa, Antonela Ruccuzzo. Para los macristas, el ídolo había tomado posición, y los «K» dejaron saber su furia hacia el futbolista, con reivindicaciones a Diego Maradona. La mayoría pidió sin embargo no mezclar fútbol y política, aunque un gesto del propio Leo en Instagram deja pocas elucubraciones por hacer.
Las redes sociales son en estos tiempos un fuerte indicador personal de gustos y tomas de posición, y mucho más en el caso de personalidades con fama mundial. Por eso nada queda librado al azar y las estrellas tienen un extenso equipo de asesores para no «pisar el palito». En ese contexto, un dato inobjetable no da lugar a segundas lecturas: Leo Messi sigue a un solo político en su cuenta de Instagram: Mauricio Macri.
Lo paradójico es que esto no es nuevo; hace años que el expresidente está entre los pocos «Seguidos» del capitán de la Selección Argentina. Rápidamente podría pensarse que es un gesto de cortesía por el cargo que Macri ocupó en su país natal, pero Leo no repitió el gesto ni con el Presidente actual, Alberto Fernández, ni en épocas de Cristina Kirchner, cuando abrió su cuenta en la red. Tampoco sigue a ningún jefe de Estado, presente o antiguo, de los países en que ha vivido: España y Francia.
Es que el Instagram de Leo es bien futbolero: sigue a 289 cuentas (clubes de fútbol, selecciones, jugadores actuales o ya retirados, figuras de la TV con las que tiene buena relación, artistas, marcas y compañeros de la «Scaloneta», el Barcelona o el PSG). El único perfil que lo vincula a la política es el de Macri, y lo mantuvo incluso en medio de esta polémica. Tampoco puede buscarse respuesta por el cargo del tandilense en la FIFA: no sigue a ningún dirigente de la institución con sede en Suiza.
La foto de Messi y la respuesta «K»
La foto del lunes pasado, en la gala de «The Best», había calado hondo en la política nacional. Macri no hizo alusiones políticas a la foto, pero se leyó como un «trofeo», más después del desplante sufrido por Alberto Fernández por el plantel liderado por el delantero, que lo convirtió en el primer jefe de Estado de la historia en no recibir a un plantel campeón del mundo al regresar a su país.
Donde se vio la furia fue en los militantes kirchneristas, que en redes sociales hablaron de «desilusión» y acusaron a Messi de simpatizar por el macrismo. Incluso estuvieron quienes recordaron que el ídolo aparecía en los «Panama Papers» junto al expresidente. La bronca llegó incluso al nivel de reconocidos periodistas «K» como Diego Brancatelli, que cuestionaron el gesto de Leo y lo compararon con Diego Maradona, histórico simpatizante de Néstor y Cristina Kirchner y crítico de Mauricio Macri.
En el medio, se expresaron analistas y dirigentes políticos que buscaron una explicación elegante: plantearon que Macri «emboscó» a Messi en la salida de la gala y que no pudo escapar del flash. Pero, como el caso del periodista Ernesto Cherquis Bialo, aseguraron que el expresidente no era del agrado del futbolista, y que la foto no le había sido grata. La realidad lo desmintió con una secuencia verosímil: en su repaso en un momento libre por su «Feed» de Instagram, Messi pudo haber visto la foto, como un seguidor más de Macri. Al menos, para la tranquilidad K, tuvo el decoro de no ponerle «like».
@luvelr__ Hay que ser #Maradona para decir que no #CherquisBialo ? sonido original – LUVELR
