En cada uno de los mercados de pases River busca nombres que le puedan dar un salto de calidad al plantel para ir en búsqueda de los grandes objetivos que hay por delante. Lo que ha quedado en claro a lo largo de los últimos años es que ni Enzo Francescoli ni nadie de la directiva tuvo problemas en buscar futbolistas que hayan tenido un pasado en Boca, como por ejemplo sucedió con Lucas Pratto.
Previo a lo que fue la contratación del Oso en el 2018 hubo un intento por otro delantero surgido en el Xeneize, aunque en su caso le terminó diciendo que no, tanto al Príncipe como a Marcelo Gallardo. Se trata de Mauro Boselli, quien a pesar de haber jugado muy poco en el club de La Ribera decidió respetar a la institución que lo formó.
“Me llamó Francescoli. Yo estaba en León, me dijo la posibilidad de que vuelva al país para jugar en River, pero le agradecí porque nunca tuve intenciones de volver a la Argentina”, comentó en primer lugar el delantero que había ganado la Copa Libertadores con Estudiantes de La Plata en el 2009.
No obstante para el Millonario todo terminó saliendo bien, ya que en su lugar llegó un delantero que dejó su huella. “Estaba bien en México y después llevaron a Alario”, aseguró Boselli, quien también agregó otro motivo por el cual dijo que no: “Igual, no me veía jugando en el equipo rival”, expresó, recordando su pasado por Boca.
Luego de lo que fue el pase a semifinales de la Copa Libertadores 2015, River perdió a Teo Gutiérrez quien se marchó a jugar a Portugal. Es por eso que tanto Marcelo Gallardo como los directivos comenzaron a evaluar diferentes nombres y el que terminó llegando fue Lucas Alario, quien rápidamente mostró su valía y quien convirtió un gol en la final ante Tigres de México.