La cuarta revisión del acuerdo entre Argentina y el Fondo Monetario Internacional (FMI), concluyó. Fue aprobada esta instancia, aunque ahora comienza una nueva etapa con la entidad financiera porque el ministro de Economía, Sergio Massa, pidió que el organismo baje sus pretensiones en cuanto a los objetivos de reservas internacionales que debe cumplir el país.
Por medio de un comunicado, Gita Gopinath y la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, anunciaron que para darle esto al dirigente, primero deberá aplicar una serie de medidas. A raíz de la sequía y el desajuste en cuanto a los ingresos proyectados, el líder del Frente Renovador le pidió a la organización que la acumulación de reservas del país sea US$ 2.000 millones menos que los US$ 12.400 millones pactados.
«Dada la magnitud del shock climático, se justifican algunos ajustes a la baja en los objetivos de acumulación de reservas, aunque será necesario un paquete de políticas más sólidas para salvaguardar la estabilidad y mantener el papel de ancla del programa», planteó la funcionaria del FMI que advirtió sobre la necesidad de redoblar el ajuste para conseguir que el déficit fiscal se mantenga en el 1,9% del PBI.
En este marco, Gopinath indicó que «será fundamental garantizar que las tarifas de energía para usuarios residenciales y comerciales de altos ingresos avancen para alinearse completamente con los costos, incluyendo para reducir la regresividad del sistema». Así, desde Washington le piden a Massa que acelere con la quita de subsidios, otro de los temas centrales que puede perjudicar al Gobierno en un año electoral.
El FMI evalúa las últimas medidas del Gobierno
A su vez, la entidad económica sigue de cerca el caso de Argentina y no están a gusto con la nueva moratoria previsional. «El costo fiscal de la nueva moratoria de pensiones debe mitigarse a través de regulaciones estrictas para apuntar la entrada solo a aquellos con mayor necesidad», señalaron desde la agrupación hacia la cartera de Economía.
«A medida que las condiciones lo permitan y se aborden los desequilibrios, las medidas de gestión de flujos de capital, las prácticas de moneda múltiple y las restricciones cambiarias también deberían eliminarse, ya que no sustituyen a una política macroeconómica sólida», agregaron las funcionarias del FMI respecto al cepo que puso Sergio Massa, según NA.