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POLÍTICA

Sergio Berni tras la golpiza que recibió: «Tengo fracturado el malar y están viendo si me operan»

Un grupo de colectiveros atacó a Sergio Berni en La Matanza y el ministro terminó en el hospital ensangrentado.

Policía de la Ciudad

En Avenida General Paz y Ruta 3 se realizó una movilización con paro de colectivos a raíz del asesinato de un chofer. Esto generó conmoción entre los colectivos que detuvieron sus vehículos para reclamar justicia por su colega. Sergio Berni, ministro de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires, llegó hasta el lugar pero lo recibieron con piñas y piedrazos.

El dirigente fue escoltó por la policía de la Ciudad de Buenos Aires, que lo cubrió con un casco para bicicletas. A pesar de ello, el funcionario terminó con sangre en su rostro y en el Hospital Churruca, donde fue atendido por los médicos. Al salir del lugar, habló con los medios y en TN reveló que podrían intervenirlo quirúrgicamente en caso de ser necesario.

«Un golpe o una mancha más no hace mella. Mi solidaridad con el chofer asesinado de manera brutal, no tiene justificación. Tengo lesiones, cortes y piedrazos. Tengo fracturado el malar. Los Médicos están viendo si tienen que operarme o no. Yo no voy a denunciar esto», indicó Sergio Berni, quien horas después de la agresión tenía el rostro más deshinchado.

En este mismo sentido, aclaró que «nada justifica la violencia recibida y mucho menos lo del chofer». También brindó detalles de lo que fue el asalto al colectivo de la línea 620 en La Matanza: «Es un hecho muy raro, nadie cruza un auto o un colectivo con dos pistolas cuarenta. No es habitual. Ya detuvimos el primer sospechoso y no tengan dudas que no van a quedar impunes»; señaló.

«Nadie asalta un colectivo así, no es un modus operandi habitual. Sabíamos que, además de este hecho, trágico, que nos duele a todos, el presidente de la UTA se maneja así, con 3 sectores que son aguerridos», adhirió. Por último, explicó que «la General Paz es jurisdicción de Ciudad, por eso no había policía bonaerense. Después de esa tensión típica que no nos asusta, llegaron. Yo no vengo a patotear, la situación se estaba resolviendo y la infantería avanzó. El desenlace fue ese. Uno muere de pie pero nunca de rodillas, lo se como soldado. Son cuestiones típicas de todos los días».

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