Al otro día de la derrota contra River en el Estadio Monumental, Sebastián Villa tuvo que presentarse en la sexta audiencia del juicio en su contra, por la denuncia de su expareja Daniela Cortés, que se desarrolla en los Tribunales de Lomas de Zamora. El futbolista de Boca fue acompañado por alrededor de 20 barras bravas hasta el lugar, se declaró inocente, no aceptó preguntas y denunció a quien fue su novia por extorsión.
«El hecho que se me imputa, yo no lo cometí», aseguró el futbolista del Xeneize, que además afirmó que la joven colombiana «era muy celosa» y «manipuladora», que «estaba enamorado» de ella y que la conoció en 2018 cuando él era jugador del Tolima de Colombia, previo a su pase a Boca.
En este contexto, el delantero relató cómo comenzó la relación sentimental con Cortés. «Nos conocimos en redes sociales, en 2018. Hablábamos por redes sociales, por Instagram. Yo estaba jugando en Tolima, de pronto quedamos a una hora de distancia en avión, ocho horas en auto. Ella iba y venía, con su familia, con mi familia… de pronto me compra Boca y le pido que por favor me acompañe a la revisión médica. Y vinimos a Buenos Aires», explicó.
«Ella volvía, se quedaba un mes, después se iba dos o tres meses. Así era nuestra relación. Ella tenía la niña (su hija) y la universidad donde estudiaba administración de empresas, creo. Su papá no la dejaba quedarse porque tenía la universidad», continuó. «Después no era lo mismo, ser el Sebastián Villa del Tolima que el de Boca, que lo convocaban de la Selección Colombia. Quería las contraseñas de las tarjetas, me peleaba porque quería manejarme el Instagram. y yo le decía que no», agregó.
En esta linea, el colombiano aprovechó para lamentarse por el trato que recibe en las canchas de fútbol cuando juega con Boca como visitante. «Fue muy duro, me gritan cosas en la cancha, es muy difícil para mí. Yo confío en Dios, yo llevaba a Daniela a la iglesia, hablo con Dios, todos los días le pido a Dios». Recordemos que el superclásico no fue la excepción.
Continuando con el relato sobre las amenazas que recibía por parte de su pareja, el atacante de 26 años manifestó: «‘Negro asqueroso, si vos no sos mío, no sos de nadie. Yo no quiero que esto termine mal’, me dijo. ‘Si usted no me da el vuelo privado para Colombia y 150 mil dólares, yo le daño la carrera’. Ahí yo me asusté mucho».
«Mientras estoy hablando por teléfono, sacó la maleta donde tenía el pasaporte. Cuando siento un estruendo, le hizo un rayón en el auto y era Daniela, que me tiró la maleta y me dañó todo el auto. Cuando llegamos a la casa de Juanfer (Quintero, exjugador de River), estaban la tía y la hermana. Llamé a (el entonces DT de Boca) Miguel Ángel Russo y le conté que Daniela me había agredido, que me pidió dinero», siguió.
«Cuando meto la mano adonde tengo el pasaporte, no estaba. Le digo a Juanfer: ‘Mirá que Daniela me sacó el pasaporte’. Fuimos, llegamos a la casa mía, puse la tarjeta blanca, y llegamos. Le escribo a Cintia, le digo que estaba abajo, que le dijera a Daniela que bajara y que me diera el pasaporte. Estaba con Brian, busco el pasaporte, ella estaba bien. Agarré mis cosas y nunca más la volví a ver hasta el día de hoy», finalizó.