Ya pasaron cinco meses de lo que fue la consagración de la Selección Argentina en el Mundial de Qatar y cada día salen más datos de color a la luz y confesiones por parte de los protagonistas que estuvieron en uno de los partidos más importantes de la historia. Dibu Martínez, figura vital ante Francia, recordó lo que fue aquel encuentro que le cambió la vida.
El arquero de Aston Villa dialogó con ESPN sobre lo que fue la final en el Mundial de Qatar y sin dudas que uno de los momentos de mayor incertidumbre fue cuando Francia logró remontar el 2-0 para poner el marcador igualado 2-2 a muy pocos minutos del final del partido. Para Dibu ese fue un instante de mucho dolor, sobre todo en los defensores.
“Yo sentía la tensión de mis centrales cuando nos había empatado. Es un momento en el que el equipo queda muy dolido”, sentenció Martínez, quien más allá de no haber podido contener los goles de Kylian Mbappé en los 90 minutos, se transformó en figura en el alargue, sobre todo con lo que fue su atajada a Kolo Muani.
“Nunca va a haber una atajada como esa. Capaz que atajé alguna mejor, pero esa va a quedar de por vida. Por el momento, la tensión, el sufrimiento. «Lo que más rescato es estar tan calmo en el momento del impacto. No me fue corriendo o para atrás. Me quedé donde me tenía que quedar. Puedo atajar 200 pelotas mejores, pero esa va a ser la atajada de mi vida”, sentenció.
Por último Dibu Martínez hizo otra confesión respecto a la atajada de su vida. “El estadio era un 80% argentino y cuando la pelota le pasó a Otamendi, que no llegó a sacarla, y quedo uno contra uno, hubo un silencio de dos segundos. Cuando voy a dormir, que a veces todavía me cuesta, escucho ese silencio que había en el estadio. Yo recuerdo ese momento de pausa”, cerró.