Siempre dispuesta a decir lo que piensa. De esta manera es como se muestra nada más y nada menos que Cristina Pérez, una de las periodistas más importantes de los medios de comunicación de nuestro país. Esta vez, dio que hablar con el descargo que dejó en su programa que se emite en Radio Rivadavia, Cristina Sin Vueltas.
«Este fin de semana terminó Sucesión, la serie de HBO sobre las disputas de poder por el liderazgo en una familia disfuncional. Argentina hoy se parece a una familia disfuncional camino a definir una sucesión, en momentos extremadamente complicados. Una familia es disfuncional cuando precisamente, no funciona en sus objetivos más básicos que tienen que ver con dar sustento a los hijos en términos materiales, emocionales y de desarrollo, derivando en situaciones de frustración y violencia, relaciones tóxicas, traiciones o falta total de confianza», comenzó asegurando.
Sin pelos en la lengua, Cristina Pérez fue por más. «No es difícil distinguir que Argentina es un país disfuncional. El fracaso es evidente con sólo observar que casi medio país es pobre, que el 60% de los menores dependen de ayuda del estado para comer y que la inflación carcome los ingresos en porcentajes que no se veían en los últimos 30 años. Ni hablar de seguridad y educación, o posibilidades de progreso. Pero a diferencia de las familias, donde los hijos no eligen a los padres, en las democracias, los ciudadanos sí eligen a sus líderes», lanzó.
«Hoy la suma de frustraciones y la insoportable decadencia, deposita a los argentinos y su democracia, navegando en aguas no conocidas. Por distintas razones, ninguna positiva, este momento es comparable a la crisis de 2001 pero también tiene similitudes con la crisis de 1989. La suma de todos los males más los que distinguen a este momento en particular. Algunos incluso consideran que la actual crisis es aún peor que la de 2001 a pesar de que no existió un estallido social», aclaró.
«Como entonces, la crisis por un modelo económico agotado, incluye un profundo enojo con la política que remite a aquél “Que se vayan todos”. En cuanto al 89, una sola palabra explica el regreso de aquéllos fantasmas: inflación. Inflación y miedo a una hiper-inflación. Desconfíen del que les diga suelto de cuerpo, que sabe cómo termina esto. Las sucesiones nunca son fáciles», concluyó Cristina Pérez.