Conmovedor. Benjamín Vicuña presentó en la Feria del Libro «Blanca, la niña que quería volar», el libro que escribió en honor a su hija que falleció hace 11 años, después de luchar contra una neumonía hemorrágica. En una charla con Luis Novaresio, el ex de Carolina Pampita Ardohain abrió su corazón para recordar a la pequeña.
«El por qué el tiempo lo dirá. El tiempo puede ser un gran aliado y a la vez un tremendo enemigo de los recuerdos. Acomoda las cosas pero también las erosiona. A veces cuesta recordar con nitidez un tono de voz, una textura del pelo, una suavidad de las manos. Pero el tiempo también nos ayuda a sobreponernos de esa angustia, esas llamas, esa imposibilidad de llenar el vacío», comenzó asegurando.
«El porqué todavía no lo sé. Si sé para qué, que tiene que ver con ustedes, con el poder de la palabra, de refugiarse en la escritura para compartir un relato y sanar, ayudar a las personas a quienes les toca vivir un dolor infinito y que no saben cómo transitar, que creen ser los únicos a los que los atraviesa un dolor así. Intenté explicar lo inexplicable, ponerle nombre a algo que no tiene nombre. No existe la felicidad plena ni tampoco el dolor absoluto. Hoy, después de diez años, puedo emocionarme profundamente y a la vez sonreír y honrar a mi hija», señaló sobre Blanca.
Inmediatamente, Benjamín Vicuña se refirió a lo que vivieron tras el peor desenlace. «Hubo mucha culpa. En un momento me nació compartir esto con ellos, aunque fueran chiquititos. Me veían llorar y les expliqué que papá tenía pena, así como también se podía reír, y tuvieron que aprender a convivir con ese papá diferente, atravesado por la pena. Pero espero que con el tiempo, y los más grandes ya lo saben, sepan ponerse en mi lugar y entiendan que hice lo que pude, como pude», comentó.
«Cuando estábamos enterrando a Blanca, me dice ‘Papá, ya está. Vamos’. Yo estaba paralizado, no me quería ir. Y él me dice ‘Blanca ya no está ahí, Blanca está en tu corazón’. ¡Un niño! Era lo que necesitaba escuchar en ese momento. Él pasó a ser una especie de viudo. Todas mis fotos de Blanca son con Bautista. Le arrancaron su historia. Pero pudo asimilar muy rápido todo y hoy es un chico grande, maravilloso Tus hijos en un principio son la razón por la que hay que abrir las cortinas en la mañana. Les voy a dar un ejemplo que es conceptual, teórico y realista. Me fui del hospital con mi hija muerta jurando que no iba a pisar nunca más un hospital. Pero ese juramento me duró dos semanas. Tuve que volver cuando mi hijo tuvo un broncoespasmo», comentó.
«A veces cuando un hijo me suelta la mano en la calle yo sobrerreacciono. No tengo aguante para soportar otro golpe más. Siempre les digo: ‘Con el peligro no se jode porque nadie puede más’. La muerte es lo único que nos une. Queramos o no, nos da tanto miedo que nos pegamos unos con otros para ver si entre todos podemos entender algo tan difícil de entender o explicar», explicó.
Además, Benjamín Vicuña contó qué es lo que piensa cuando algunas personas le piden que «suelte» a lo sucedido con su hija. «Siempre está el que te dice ‘dale loco, soltá’. ¡Soltá las pelotas! Yo todavía estoy de la mano con mi hija. Y no voy a soltar porque cuando pase del otro lado voy a seguir de la mano con ella», culminó.