Hace tan solo algunos días, el mundo del espectáculo de nuestro país se vio conmovido por las palabras de Tini Stoessel, una de las artistas más importantes de nuestro país. Y es que la cantante reveló que tuvo que afrontar ataques de pánico y que la pasó realmente muy mal. Ahora, fue el psicólogo Gabriel Cartañá quien habló al respecto.
“Para poder ayudar a alguien tenés que tener algo para poder ayudarlo. Si yo fuera el terapeuta de Tini, y ella está atravesando una crisis, yo le diría ‘no es tu momento de ayudar a nadie. Es un momento para ayudarte a vos misma. No te preocupes por los demás. Ya los ayudarás más adelante, cuando logres salir de esta crisis”, sostuvo en “A la Barbarossa”.
“Ella en la entrevista dice ‘nadie es más exigente conmigo misma que yo’. Ahí ya arrancamos mal porque ya no le preocupa el hater de afuera, le preocupa el hater de adentro que no te permite el error, que no te disculpa la equivocación. Vas vos sobre vos misma, cuando las cosas no alcanzan», señaló el analista.
“Fijate cómo funciona el cariño de la gente. Termina funcionando disfuncionalmente. A una persona como Tini, que es muy querida por el público y que es muy autoexigente, lo que termina provocándole es que ella crea que tiene que estar a la altura del amor que recibió. Ella se siente en deuda porque recibe más amor del que da. Siempre se siente en falta. Eso la angustia, la angustia, la angustia, hasta que colapsa», comunicó.
“La autoexigencia tiene que ver con los permisos. Hay que permitirse el derecho al error. Somos falibles y el problema tiene que ver con cómo lo significamos”, lanzó el psicólogo sobre Tini Stoessel. “Si una persona sufre ataques de pánico, ¿es recomendable que esté arriba de un escenario?», le preguntaron.
Su opinión
«Ese es un gran planteo. Una de las cosas que le platearía es que baje un poquito. Pero a veces ya tenés compromisos que no podés eludir. No sé cuál es la capacidad de Tini para bajarse del escenario, de manera imprevista, durante 4 o 5 meses», acotó Gabriel Cartañá al respecto.
“Yo la entrenaría. Le diría que se mentalice con que lo que va a vivir no es tan importante. Tener 100 mil personas vitoreando tampoco es tan importante. Cuando ella entienda que no es tan importante, las cosas empiezan a tomar otra dimensión», finalizó el profesional de la salud.
