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Protestas en París: manifestantes ocupan la sede de los Juegos Olímpicos

«Las protestas llevan seis meses, no tiene precedentes», expresó Sophie Binet, la nueva líder del sindicato CGT.

Este martes, miembros del sindicato de extrema izquierda Confederación General del Trabajo (CGT) ocuparon brevemente la sede de los Juegos Olímpicos de París 2024, en el decimocuarto día de protestas contra los planes del Gobierno de Francia de retrasar la edad de jubilación a los 64 años. 

«Varias decenas de militantes de la CGT entraron durante unos minutos en el edificio para desplegar pancartas contra la reforma de las pensiones. No hubo violencia ni daños», declaró a Reuters un portavoz de los Juegos. Los líderes sindicales se reunieron frente a la Asamblea Nacional en París antes de las marchas de protesta en todo el país en un último intento de presionar a los legisladores para que deroguen una ley.

La decisión del presidente Emmanuel Macron de forzar la aprobación de la reforma con poderes constitucionales especiales provocó airadas protestas esta primavera boreal, pero el tema ha ido bajando poco a poco en la agenda mediática, lo que ha dificultado la movilización de los sindicatos. «Las protestas llevan seis meses, no tiene precedentes», expresó Sophie Binet, la nueva líder del sindicato CGT.

«Hay mucha rabia, pero también cansancio», dijo, añadiendo que los huelguistas sentían los efectos en los sueldos. No obstante, Binet apostó por un nivel de movilización «extremadamente alto» este martes y dijo que la CGT estaba preparada para mantener la lucha contra la reforma en las próximas semanas, informó Reuters. 

Se espera que entre 400.000 y 600.000 personas se unan a las protestas en toda Francia, según las autoridades, lo que supondría un descenso con respecto a más de un millón que participaron en las marchas en el momento álgido de las protestas por las pensiones a principios de año.

«Es probable que éste sea uno de los últimos días de protestas contra la reforma», declaró Laurent Berger, líder del sindicato más moderado Confederación Francesa Democrática del Trabajo (CFDT). La CFDT debe ahora convertir el enfado en una «demostración de fuerza» en las conversaciones con el Gobierno sobre cuestiones como la mejora de las condiciones laborales o el poder adquisitivo, afirmó.