El presidente Alberto Fernández realizó su intervención durante la la sesión inaugural de la Cumbre de Jefas y Jefes de Estado Unión Europea-CELAC. En su último discurso antes de dejar el cargo como titular protémpore de la Comunidad de Estados de América Latina y el Caribe, volvió a criticar al FMI. Asimismo, cuestionó indirectamente al expresidente Mauricio Macri y pidió acuerdos económicos “equitativos” entre ambas regiones.
“Llevamos a cabo esta labor como una continuidad del trabajo realizado por los países que nos precedieron, buscando conducir a la CELAC hacia su fortalecimiento institucional”, sostuvo Alberto Fernández en Bélgica. Al mismo tiempo que se autoelogió por su desempeño en la CELAC, cruzó al Gobierno de Cambiemos en medio de las negociaciones con Washington.
“La deuda con el FMI, mi gobierno jamás la hubiera asumido. Pero la afronta con mucho esfuerzo y profunda responsabilidad. Así actuamos, pero todos deben saber que estamos convencidos de que ninguna reestructuración de deuda puede marginar a los empobrecidos, ni postergar los sueños ni el futuro de un país”, deslizó.
“El problema de la deuda externa también atormenta a muchos países hermanos. América Latina y el Caribe es la región más endeudada del mundo en desarrollo. El peso promedio de la deuda externa supera el 77 % del Producto Bruto regional”, dijo al recordar la «crisis en cadena» a partir de la pandemia. El jefe de Estado incluyó a la Argentina dentro de los coletazos por la inseguridad energética y alimentaria.
Alberto Fernández le lanzó dardos a la UE
El primer mandatario hizo alusión de manera indirecta al acuerdo con el Mercosur. Está trabado, en buena parte, por las condiciones ambientales para la producción que busca imponer la UE. Líderes nacionales como Fernández y su par brasileño Lula da Silva han criticado esta determinación por las trabas que en el desarrollo suponen.
“Yo celebro que Europa, parte del norte desarrollado, mire con vocación integradora al Caribe y a la América Latina, parte del sur que quiere desarrollarse. El acto de asociación supone la existencia de partes que se entienden en la búsqueda de un desarrollo equilibrado. Una asociación exige que ambas partes se benefician en el acuerdo. Cuando solo se beneficia una de las partes, eso deja de ser un acuerdo y empieza a parecerse a una burla”, aseveró.
Sin hacer mención a la guerra de Ucrania ni a su vínculo con Nicolás Maduro, Alberto Fernández propuso la promoción de un tipo de comercio “justo y equitativo, basado en el respeto mutuo”. “Si no atendemos a ello, entonces nuestra voluntad acabará naufragando en una nueva desilusión», concluyó al invitar a los países desarrollados a “impulsar el crecimiento y el desarrollo».