Días atrás, un verdadero escándalo se generó en «Socios del Espectáculo», el programa que llevan adelante Adrián Pallares y Rodrigo Lussich a través de la pantalla de Canal Trece. Allí, aseguraron que la periodista Agustina Kämpfer tenía encuentros con un compañero de Canal Nueve en un estudio de la mencionada señal.
Debido al enojo y la desmentida de la comunicadora, los conductores debieron salir a desmentir esto. «Queremos pedirle disculpas a Agustina Kämpfer. Nosotros contamos una bomba y ella se sintió agraviada, se sintió difamada. Corresponde de nuestra parte rectificarnos y pedirle disculpas», comenzó disparando, sin tapujos.
«Pedir disculpas a ella, a su familia. Obviamente nunca hubo ningún tipo de mala intención, quienes nos conocen saben que no manejamos la mala intención y seguramente fue algo que hicimos mal. Por eso pedimos sinceras disculpas y quedamos a disposición de Agustina para lo que necesite», afirmaron frente a las cámaras.
El descargo de Kämpfer
«Disculpas aceptadas. Ahora hablemos de algo más importante, olvidémonos de mí y del daño que me hicieron replicando un invento que me deja muy mal parada. Vayamos por acá. Pensemos entre todos una manera efectiva y patriarcal de desprestigiar a una mujer profesional. Yo tiro una primera opción: hagámosla pasar por aquello que la sociedad considera ‘una trol*’, inventémosle un vínculo ocasional con alguien de su trabajo», sostuvo.
«Tiremos que cuando va a laburar, en vez de abocarse a sus tareas, se revuelca ahí mismo, al aire libre, que hay gente que vio todo, que hay cámaras que seguro grabaron, pongámosle aditivos señalando un lugar específico así pasa más fácil por verdad absoluta… luego vemos si es cierto o no, si ella está en pareja o no, si esto le trae problemas en el trabajo o qué… ¿Cuántos de ustedes escucharon cuestiones del tipo ‘tal productor/ periodista / director o dueño de medio, se acuesta con tal mujer en las oficinas del señor’? ¿Y cuántos de ustedes escucharon esos ‘trascendidos’ en un programa de tv? Les doy unos minutos para que piensen», apuntó.
«¿No se les ocurre ningún ejemplo? Bien, resulta que NO HAY. Porque a los hombres de los medios se los respeta, si ellos quieren c*ger con las minas de su trabajo, nadie tiene por qué meterse, ‘es un tema de su vida personal’. Y si los periodistas no tenemos idea de si el rumor es una verdad o es un chisme berreta, muchísimo menos lo vamos a molestar tirando ‘bombas’ sin pruebas, no no», arremetió.
«Qué gran cansancio que siempre encuentren maneras de desacreditar mujeres, que hablen de nosotras de formas que no utilizan para hablar de ellos. La mentira que dijeron de mí tuvo visibilidad por cuestiones mediáticas (y las disculpas tuvieron CERO rebote), pero esto pasa todo el tiempo, en todos los rubros, contra todas las desubicadas a las que se nos metió en la cabeza que merecemos el mismo respeto que ellos. Acá granito de arena para que eso cambie. Gracias @periodistasargentinas_ por el apoyo», concluyó.