"Después del primer ACV": el duro testimonio que dejó un invitado de Florencia de la V ESPECTÁCULO El Intransigente

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«Después del primer ACV»: el duro testimonio que dejó un invitado de Florencia de la V

La conductora se quedó con la boca abierta ante semejante relato que se escuchó en vivo.

Muy fuerte. Así fue lo que se vivió en “Intrusos”, el programa que lleva adelante Florencia de la V a través de la pantalla de América TV, y que se ha convertido en un verdadero emblema del mundo del espectáculo de nuestro país. El encargado de dejar su relato fue nada más y nada menos que Javier Ángel, el hijo de Javier Portales.

Allí, habló de los últimos momentos de su padre. “Una vez mi papá me había dicho que su última novia le estaba metiendo mucha presión, que no la podía dejar sola y al tiempo se fue a vivir con ella y la hija de su pareja. Resulta que mi viejo estaba por comprar una propiedad, yo le había sugerido que lo hiciera por zona norte, porque se lo merecía después de laburar toda una vida. Pero al final terminó eligiendo un piso en Dean Funes y Venezuela. Está bien, era un piso, pero a ella no le gustaba otro lugar”, sostuvo.

“Era una vergüenza, y de ahí en más la enfermedad de la cintura y de la columna de mi viejo, la edad, esa edad en la que no sabés si volvés a enamorarte de alguien, en fin, él había perdido el poder de decisión y puso a cargo a Marina (Garcitúa) de todo. Él tenía una guita a medias con ella, porque ella le hacía firmar cosas cuando él ya no podía hacerlo. Después del primer ACV de mi papá la chica esta estaba en Miami. Y la madre de ella me dijo: ‘no le vamos a avisar a Marina para no arruinarle la vida a mi nieta’, y mientras mi papá se estaba muriendo”, afirmó Javier Ángel.

Ante la mirada atenta de Florencia de la V decidió ir por más. “Yo le pedí que volviera porque quería saber qué íbamos a hacer. Intenté judicialmente ponerle un curador para que administrase sus bienes, pero no pude. Y desde el momento en el que mi viejo le firmó un poder general, ella pudo hacer lo que quiso. En esa época, antes del 2000, los contratos eran en dólares y mi viejo laburaba en todas las revistas, de Mar del Plata y de la calle Corrientes, eran épocas de mucha plata. Mi viejo era muy austero, hacía asados para todo el elenco, pero no ostentaba nada. Era de la vieja escuela de los que guardan la plata en la casa”, lanzó.

Muy doloroso

“Yo te puedo decir que con lo que ha trabajado mi papá los sueldos eran en dólares, era común tener un sueldo de 80 mil dólares para una figura como él. Con esto no estoy diciendo que no me merezco nada, ya pasó. Pero la verdad es que un poco se lo advertí en esa última charla en la que tomamos un café. Él había ido a Cuba y le había dejado la quinta a cargo al padre de su novia. Yo tenía muy buen vínculo con él. Mi viejo llegó un momento en que no era él”, aclaró el hijo de Javier Portales.

“Antes de la enfermedad, él era incapaz de gastar tanto, era un tipo bastante austero. Cuando tenés a un tipo de 60 años y la mina llevándole esa diferencia de edad, algo pasó. Yo creo que ella se aprovechó de su enfermedad y que sabía que él ya ni se podía mover. Lo dejaban en la cocina mirando la televisión arriba de una silla de ruedas y él no podía ni mover la silla, mientras la mina salía por la otra puerta porque el departamento tenía doble circulación. Ella quedó embarazada de un amigo de mi viejo, la mina no tiene derecho a nada, y se gastó un montón de plata, pero yo no puedo hacer nada. Tengo 61 años y tengo mis proyectos”, concluyó.

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