Brenda Gandini repasó su momento más romántico con Gonzalo Heredia. Los famosos llevan varios en pareja y decidieron casarse de una manera «poco tradicional». De hecho, la actriz detalló cómo fue ese momento en particular cuando visitó «Noche al Dente», el talk show que se emite de lunes a viernes por América TV.
Para comenzar, Brenda Gandini explicó: «Intentamos casarnos pero nos agarró la pandemia. Yo tampoco me lo hubiese imaginado, aparte no lo esperaba. Cuando era chica tal vez sí porque tenés el primer novio y decís ‘me voy a casar, Susanita por mil. Lo llevé a un par de casamientos y le gustaron las ceremonias, el amor, sobre todo cuando te pasan el videito. Yo llorando. Y me dijo ‘qué lindo celebrar el amor’ y yo ‘claro qué es lindo celebrar el amor'».
Posteriormente, Brenda contó que el «evento» se desarrolló en el exterior: «Pasó que planeamos unas vacaciones en México y él le dijo a mi hijo que me iba a proponer casamiento. Mi hijo testigo con su padre. Igual me empezó a parecer raro porque me llama y me pide el contacto de la chica del hotel porque supuestamente capaz se sumaban algunos amigos de él, la produjo bien. Igual le pregunté si no quería que hable yo y me dijo que no y después me avisa que al final no iban».
Y prosiguió: «Viajamos, nos tocaron todos días hermosos y el día que me iba a proponer había lluvia, viento… y lo veo tenso. Le pregunté que le pasaba y me dice ‘no, es que hoy íbamos a ir a la playa a la tarde y mirá cómo está el día’ y yo le decía ‘pero no pasa nada, vamos mañana’. Y mi hijo en el medio mirándonos a los dos».
El momento de la verdad
«Yo pensaba ‘acá hay algo raro’. Gonza me dice ‘bueno, no vamos a la playa, al final vamos a un barco’. Entonces era buenísimo pero pensaba que había algo raro, pensé que era una sorpresa pero nunca el casamiento. Ya estábamos en el barco y vi cuando estaba por sacar algo y yo hice todo tipo de caras», explicó sobre su emoción y desconcierto al mismo tiempo.
Para finalizar con su romántico relato, la actriz rememoró: «Eloy estaba mirando para afuera, aburrido o mareado, y mi hija estaba llorando. Él me dice sus palabras y yo le digo que si. No fue como un casamiento, fue como un ‘quiero celebrar el amor y que lo trabajemos todos los días'».