Se vive una época en la que los famosos están hablando con más honestidad de su salud mental, como es el caso de Karina la Princesita. Recientemente, la famosa contó que está haciendo un tratamiento para poder manejar su ansiedad y, en ese marco, su mamá habló de algunos momentos duros que atravesó la cantante de «Corazón mentiroso» en el pasado.
En primer lugar, Mónica Cuello (la mamá de la Princesita) se remontó a los primeros pasos de su hija en la movida tropical y dijo que fueron épocas arduas. «La acompañé a giras donde fueron los momentos más críticos donde viajaba muchos kilómetros, y había que cumplir con los horarios y compromisos en pocos minutos. Llegó a hacer shows de 10 o 15 minutos para cumplir con todos».
Respecto a la situación actual de Karina la Princesita, Cuello comentó que está totalmente de acuerdo con la decisión de hacer público su malestar con el fin de sacarle estigma al tópico en general: «Es importante que se sepa para concientizar y que la gente tome la decisión de pedir ayuda. Hay que ocuparse».
«No es porque lo vivió conmigo, porque yo también tengo pánico, pero ella sola se dio cuenta que estaba pasando por una mala situación de salud», dijo en el programa «La Voz de la Calle» en C5N. Y finalizó: «Nunca fui una mamá invasiva, se que a ella le gusta estar en soledad, y se relaja. Son muchas cosas en las que ella tiene que ocuparse. La gente piensa que los famosos son perfectos pero son personas comunes».
El testimonio de Karina en «Seres libres»
“Siempre dije ‘la vida tan dura que tuve y no me afectó’, lo dije siempre, pero claro, a medida que pasan los años y empezás a hacer… mirar para atrás, siempre me va mal en lo mismo, de acá no puedo salir… . Muchas cosas de emociones muy fuertes que no podía controlar, que pensaba que eran cosas normales, naturales», expresó en el programa de Gastón Pauls.
Y añadió: «Entendí que no estaban bien, yo que era tan ‘pensante» no tenía el control de esas cosas, no las podía manejar y eso se hacía más oscuro, más oscuro hasta que en algún momento empezó a afectar mi trabajo, mi familia, o ver que mi hija me ve que no estoy bien».
