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ESPECTÁCULO

Laurita Fernández recordó el primer cruce con su novio: «Horrible»

La artista habló de encuentro que no fue para nada soñado y sorprendió.

Laurita Fernández conoció a su nuevo amor, el productor Claudio Brusca, cuando la rubia se incorporó a «Bienvenidos a bordo». Lo cierto es que la relación no comenzó de inmediato e incluso la famosa reveló que su primer intercambio con su compañero en El Trece estuvo cargado de tensión.

«Yo llegué nerviosa, ansiosa, era un programa nuevo y tenía mucha responsabilidad”, le contó Laurita Fernández a Fernando Dente en su programa nocturno de América TV. Además, la conductora aclaró el motivo de su estado: “Era un programa que venía haciendo Guido y si salía mal era un bajón».

En ese marco, Laura recordó una de las primeras consultas que le hizo a Claudio: «Llego y lo primero que le pregunto es ‘¿tenés una rutina para ver cómo es la cosa?’ Me dice ‘¿qué rutina? Vos andá sintiendo el programa, te digo tres o cuatro cosas y vos andá fijándote’«.

“Le dije ‘yo no trabajo así’ y él me dice ‘yo no te elegí’. ¡Así fue! ¡Fue horrible!”, remató la famosa entre risas remarcando el estilo directo del productor. Con el paso del tiempo Laurita Fernández tomó el ritmo del programa y hoy es una de las figuras de confianza de las tarde para las autoridades de El Trece y también la audiencia que la acompaña.

Laurita Fernández sobre su labor en la conducción

«La cuestión de la conducción me surgió porque yo hacía shows de fiestas animadas, el típico grupo que vas a los cumpleaños, casamientos. ‘Vengan para acá, vengan para allá’ y así empecé a descubrir algo en la animación que me gustaba», le comentó la protagonista de Matilda al presentador de América TV.

Más adelante, la rubia dijo que labor en «Combate» fue el primer trabajo importante que tuvo en el rubro y gracias a su coraje lo consiguió: «Un día el productor me dice: ‘Yo quiero que conduzcas el programa’. Yo ahí pensé que me estaba bolaseando. Me dijo: ‘Andá preparando la voz para que sea tolerable’. Yo tenía una voz bastante más aguda. Fue muy concreto y yo le hice caso y empecé a trabajar un montón».

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