Fuertes e importantes encuentros se produjeron en la entrega de los premios Martín Fierro que tuvo lugar este domingo 9 de julio. Uno de ellos y que quizás pasó más desapercibido, fue el de Susana Giménez con Cecilia Caramelito Carrizo. La conductora infantil se acercó a saludar a la diva de Telefe y luego compartió ese momento en sus redes.
Esto sucedió en su cuenta de Instagram. donde reveló el gran gesto que tuvo la estrella de la televisión argentina años atrás, cuando dio a conocer la enfermedad que atravesaba su hermano Martín Carrizo, quien murió meses atrás después de luchar contra una Esclerosis Lateral Amiotrófica. Y es que la rubia en su momento los ayudó económicamente.
«¡Siempre te amé con locura! ¡Y hoy pude decirte que jamás en mi vida me voy a olvidar lo que hiciste por mí y por Martín en el peor momento de nuestra vida! Nos mandaste un sobre con la plata para el pasaje a EEUU y una cartita de puño y letra! Sos una mujer tan buena, tan buena», comenzó asegurando Cecilia Caramelito Carrizo.
«Te mereces lo mejor! Martín y yo te amamos», sostuvo sin guardarse absolutamente nada delante de sus seguidores. «Me voy a morir recordando lo que hiciste por Martín, te amo con todo mi corazón. ¡En este sobre me mandaste la plata para el pasaje! ¡La sonrisa de Martín se iluminó como nunca, Susana sos única!», finalizó.
Lo que había revelado Cecilia
Tras la muerte de Martín, Caramelito abrió su corazón en América TV. «Martín está en paz, como se merece. Me dejó un legado inconmensurable. Me enseñó a vivir y a morir. Lo vi morir, estaba al lado suyo cuando se fue. Me regaló su última mirada, y yo le regalé la mía. Él, y cada persona que atraviesa una enfermedad así, conviven constantemente con la aceptación. Es la dualidad de aceptar y luchar contra la muerte. Es muy fuerte», comentó.
«Tenemos culturalmente un concepto de la muerte, a la que le tememos, le escapamos. Pero les aseguro que yo me amigué con la muerte. Los cinco discos que hice los hice con él. Cada canción me las hizo grabar mil veces. Eran las cuatro de la mañana y me decía que lo hiciera de nuevo porque lo podía hacer mejor. Ese legado de trabajo, lucha, excelencia, amor y risas me deja. Y esa última mirada también me la regaló», había dicho.
