En la tarde del 23 de agosto, el Fondo Monetario Internacional (FMI) concluyó la quinta y sexta revisión del acuerdo con Argentina. Producto de ello, el Ministerio de Economía recibió US$ 7.500 millones que sirvieron para cubrir algunas deudas tomadas para pagar un vencimiento con el organismo internacional. Sin embargo, hoy su directora pidió tomar medidas más severas.
«Desde la finalización de la cuarta revisión, los principales objetivos del programa no se alcanzaron, como consecuencia de la sequía sin precedentes y desviaciones de las políticas. En un contexto de elevada inflación y crecientes presiones sobre la balanza de pago, se acordó un nuevo paquete de medidas centrado en fortalecer las reservas y reforzar el orden fiscal«, señaló.
Sobre esto, Kristalina Georgieva sostuvo que «la implementación continua y firme de estas medidas será fundamental en el próximo periodo para salvaguardar la estabilidad y afianzar la sostenibilidad a medio plazo». A cambio de estas medidas que tomará Sergio Massa, bajaron los objetivos de acumulación de reservas, de saldo fiscal primario y de financiación monetaria del déficit.
«La situación económica se ha tornado cada vez más complicada desde la conclusión de la cuarta revisión, debido a la sequía sin precedentes, así como el desvío de políticas, razón por la cual se incumplieron metas clave del programa previstas para finales de junio. Con una inflación elevada y crecientes presiones de balanza de pagos como telón de fondo, las autoridades están poniendo en marcha un nuevo conjunto de medidas para garantizar la estabilidad y apuntalar la viabilidad externa a mediano plazo, y centradas en reponer las reservas y mejorar el orden fiscal», añadieron en el FMI, según NA.
Sobre esto, profundizaron en que «los esfuerzos se centran en reforzar los controles de gasto con medidas iniciales dirigidas a actualizar las tarifas de la energía y contener los salarios públicos y las pensiones, sin dejar de proteger el gasto prioritario en programas sociales y en infraestructura. Estas medidas están complementándose con aumentos temporales de los impuestos sobre la compra de ciertos bienes y servicios en moneda extranjera», anunciaron.
«La reciente realineación del tipo de cambio, sumada al endurecimiento de la política monetaria, debería continuar a ayudar a promover la acumulación de reservas y al mismo tiempo limitar el efecto de traspaso del tipo de cambio a la inflación. En adelante, la tasa de ajuste del tipo de cambio se calibrará con detenimiento para facilitar el cumplimiento de los objetivos de acumulación de reservas y reducción de la inflación, en tanto que las tasas de interés real permanecerán en niveles debidamente positivos para seguir apoyando la demanda de activos en pesos. Las intervenciones en el mercado financiero y de futuros también serán limitadas y temporales, y se centrarán en corregir condiciones de desorden», completaron.