Después de sus vacaciones y de pasar por uno de los momentos más complicados de su vida debido a la muerte de su madre, Cristina Pérez regresó a los medios de comunicación. Fue en «Cristina Sin Vueltas», el programa que lleva adelante en Radio Rivadavia, donde habló de lo que se vive en nuestro país tras las PASO y a la espera de las elecciones generales de octubre.
«Las PASO detonaron un escenario de perplejidad en el más estricto significado de la palabra, es decir, un escenario de irresolución, confusión, y dudas de lo que se debe hacer o de lo que puede pasar. Si eran un espejo donde íbamos a mirarnos el espejo arrojó un rostro que aún encierra enigmas no resueltos. En términos generales fue una elección en la que perdió el statu-quo. Aún con la mínima diferencia entre las tres principales fuerzas políticas, ese es el denominador común», comenzó señalando.
«Javier Milei con su 30,4% se abrió camino con su furia contra la casta, Patricia Bullrich venció desde el llano a un candidato que tenía uno de los aparatos más poderosos de la Argentina, y la catastrófica derrota del peronismo que terminó en tercer lugar es la derrota del más rancio statu quo. Ahí está lejos de terminarse el análisis. Que el candidato y el espacio más votado hayan sido Javier Milei y La Libertad Avanza rompió una de las pocas certezas que se tenía de cara a estas internas: que no estaba en discusión la primacía opositora de Juntos por el Cambio», dijo la comunicadora.
Sin tapujos, Cristina Pérez continuó con su editorial. «Al mismo tiempo la poca diferencia entre el primero y el segundo y los 11 millones de ciudadanos que no fueron a votar, abren interrogantes sobre la dinámica que puede desarrollarse de aquí a las elecciones generales de octubre. Podríamos decir que el tablero que hay que observar, usando la caracterización de Zygmun Bauman, es un tablero líquido. Supongamos que cada espacio es una copa, que esas tres copas están intercomunicadas entre sí y que el líquido que las llena es la decisión de los votantes», analizó.
Contundente
«Considerando que el resultado de las PASO también les dio información a ellos, aquí vienen las preguntas: ¿mantendrán su decisión en las próximas elecciones o la cambiarán? ¿Cómo actuarán ahora que también los votantes saben qué arrojó el espejo? ¿Por qué votaron como votaron? ¿estos resultados impulsarán a los que no votaron a sí hacerlo? ¿Por quién? ¿Y cuántos serán? Lo más interesante es que el resultado también sorprendió a los propios contendientes», dijo.
«Y les cambió totalmente el juego. Pero si antes de las PASO fallaron las encuestas, ¿cómo creerles ahora y con qué elementos cuentan realmente para saber cómo se producirán estos traslados hidráulicos entre las copas si es que se producen Probablemente la única información disponible para los que analizamos sea una mezcla de datos provisorios y falibles con intuición y atención, y es lo mismo con lo que cuentan los políticos. Aunque del lado de quienes observamos el escenario también podemos analizar lo que ellos van haciendo para asegurar su caudal de votos o incrementarlo», aclaró Cristina Pérez.
«Tres copas. En esta carta rara de tres copas que dejaron las PASO, hay algo clarísimo: ninguno de los tres quiere ser un cuatro de copas. Y Milei es el que por ahora pica en punta en la política líquida, o po-líquida argentina. Recorreremos los dos meses más fascinantes y temibles que se recuerde en estos 40 años de democracia», sentenció.