Uno de los temas centrales que deberá afrontar el próximo Gobierno es la deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Hasta ahora, los acuerdos y medidas de Sergio Massa, ministro de Economía, han sido malas y endeudó más al país, por lo que la gestión que entrará el 10 de diciembre tiene una dura tarea que revertir que demandará años de trabajo.
El reporte del 2022, tras el acuerdo que alcanzó Martín Guzmán con el Fondo, puso a la deuda en US$ 37.784 millones y de allí en adelante no paró de ascender. Actualmente, si el organismo desembolsa US$ 7.500 para después de las PASO, ascenderá a US$ 45.089 millones, que incluyendo intereses y sobrecargos que vencen antes de marzo del 2033 llega a US$ 52.641 millones, según NA.
Si la misma se prolonga hasta 2043, se sumarán US$ 271 millones por año, llegando así a US$ 55.425 millones. Precisamente en los próximos cuatro años, el Gobierno que gane las elecciones deberá afrontar vencimientos por US$ 20.000 millones, una cifra altísima que la acordó Sergio Massa en sus últimas conversaciones con la entidad. Las proyecciones indican que la deuda total con el Fondo demandaría 20 años para poder pagarla.
¿Qué propone cada candidato?
Claro está que revertir esto no es sencillo y por eso cada candidato a presidente tiene su propuesta. En el caso de Sergio Massa, actual ministro de Economía, apostó a la acumulación de reservas para pagar todo lo adeudado. Sin embargo, hasta ahora su estrategia falló. En cuanto a Horacio Rodríguez Larreta, aseguró que el FMI no va a «atar» su gestión porque va a «renegociar» el acuerdo «lo más firme posible».
Por su parte, Patricia Bullirch afirmó que buscará apoyo internacional para «blindar» las reservas y salir del cepo cambiario, algo que buscará hacer en su primer día de gestión en caso de ganar las elecciones. Además, Javier Milei apuesta a dolarizar la economía con el «financiamiento y apoyo» del Fondo y otras entidades y así revertir la inflación junto a la falta de reservas.
En cuanto a la izquierda, en su mayoría de espacios, proponen desconocer la deuda con el Fondo Monetario Internacional y dejar de pagar el compromiso. De hecho, Juan Grabois fue uno de los primeros en alentar a tomar esta decisión y «no comprometer el futuro» del país con vencimientos que no se podrían cumplir de aquí a varios años.
