Sincera, directa y sin pelos en la lengua. De esta manera es como se muestra nada más y nada menos que Patricia Sosa, una de las cantantes más importantes de la música popular. Fue en “Nadie Dice Nada”, el programa que lleva adelante Nico Occhiato en Luzu TV donde hizo referencia a su relación con Oscar Madiavilla.
“Yo lo conozco porque mi compañera del colegio es la prima de Oscar. Y Alicia me dice ‘mi primo necesita unos coros, ¿vamos?’, ‘Bueno, vamos’, le dije. Ahí lo conocí. En ese momento me flasheó inmediatamente, pero él tenía novia y aunque me tiraba onda, chico con novia no me iba. Seis meses después ya no tenía novia y entonces ahí fui, ahora me toca a mí», aseveró.
El reencuentro
“Cuando me fui a divorciar, que hacía como un año que no lo veía, Oscar estaba parada cuál novio con un ramo de flores en Tribunales. Yo con cara de c… le dije ‘¿y esas flores?’. Y él con cara de c… me respondió ‘son para agradecerte los años de felicidad’ y me dio las flores», aseveró Patricia Sosa, sin pelos en la lengua.
“Cuando nos llama la jueza, ve que entro yo con un ramo de flores y el al lado, mira el expediente y yo le digo ‘¿se puede volver a casar con el que se divorcia?’ Se lo dije en frente de él. La jueza golpeó el escritorio y dijo ‘bueno, ¿a qué estamos jugando?’. Firmamos el divorcio y después nos fuimos a tomar la leche. Pasaron tres años para volver a estar juntos”, aclaró.
“Laburé mucho en mi interior. Empecé a meditar y a humillar mi ego. Cuando yo estaba preparada, lo llamé por teléfono. Porque pensé ‘empieza el 2000’. Lo llamé y le dije ‘mirá, Oscar, no sé en que andás pero empieza el 2000, tenemos tanta historia juntos, desde los 16 años que estamos juntos. Mis sentimientos siguen intactos y me gustaría empezar el 2000 con vos”, comentó emocionando a todos.
“Silencio de tumba del otro lado y en eso me dice ‘en 20 minutos te llamo’. Me llamó como a los 30 minutos y me dijo ‘contraté un crucero, ¿nos vamos?’. Y ahí nos fuimos. Ahí comenzó una remada de volver a construir algo que no se había muerto pero que tenía mucha cosa que vino del afuera que fue empañándonos. A nosotros el divorcio nos salvó el matrimonio», lanzó.
“Siento que nuestras almas estaban predestinadas porque no sabés que lindo que es para mí apoyar mi cabeza en el hombro de Oscar y sentirme en mi casa. No necesito otra cosa», finalizó Patricia Sosa.