El Espacio Memoria y Derechos Humanos ubicado en el predio de la ex-Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. En medio de un contexto de crisis en Argentina y los cruces con referentes de La Libertad Avanza, como Javier Milei, en materia de derechos humanos, el Gobierno celebró la decisión.
La noticia fue dada a conocer por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura a través de sus redes sociales. De esta manera, recordó que en ese lugar funcionó un centro clandestino de detención, tortura y exterminio durante la última dictadura militar.
El mensaje de Alberto Fernández
Aunque transita los últimos meses como presidente y casi no ha hecho declaraciones sobre la crisis económica, Alberto Fernández sigue utilizando las redes y espacios de prensa para tratar los derechos humanos. La postura se ha intensificado desde que Javier Milei y Victoria Villarruel salieron primeros en las elecciones PASO. Ambos cuestionan el número de desaparecidos y han tildado a guerrilleros de Montoneros y el ERP de «terroristas».
«Lo peor del terrorismo de Estado de la última dictadura militar en la Argentina se expresó allí: detenidos, asesinados, torturados y desaparecidos», expresó el jefe de Estado en su cuenta de X. Además, repasó los crímenes cometidos en la ex ESMA y su funcionamiento como centro clandestino de detención.
«Después vino la democracia y en este año, que cumplimos 40 años de democracia, no puedo contarles la tranquilidad que me da que la Escuela de Mecánica de la Armada sea un sitio de memoria para que nadie en la Argentina pueda negar y olvidar el horror que se vivió allí. Las madres y las abuelas nos enseñaron que no debemos buscar venganza, sino no olvidar», agregó.
La declaración de la UNESCO llega una semana después del acto que la candidata a vicepresidenta Victoria Villarruel realizó en «homenaje a las víctimas de terrorismo», en la Legislatura porteña. La convocatoria generó críticas desde el kirchnerismo y la izquierda, quienes calificaron a la referente libertaria de «negacionista» y «fascista» por realizar un evento para los caídos a manos de guerrilleros.
