Alfonso Prat Gay, exministro de Economía, afirmó que el Banco Central de la República Argentina debe 30.000 millones de dólares, de los cuales, 10.000 millones son a ahorristas argentinos que tienen depósitos en dólares en sus respectivos bancos. Por otro lado, Prat Gay dijo que Sergio Massa le adeuda a los importadores unos 20.000 millones de dólares.
«El Banco Central de la Argentina le debe casi 18.000 millones de dólares en yuanes al BCRA de China, le debe algo más de 10.000 millones de dólares a todos los depositantes del sistema financiero argentino que tienen ahorrados dólares en algún banco; le debe al Banco Internacional de Pagos de Basilea que es donde además tiene depositadas sus reservas, o sea, el primero en cobrar va a ser el Banco de Basilea porque es donde están las reservas, las agarra directamente», expresó Prat Gay en una entrevista para La Nación+.
«El BCRA está quebrado y gracias a todas las promesas de Sergio Massa hay más porque desde que asumió Massa lo que le dijo a los importadores fue ‘no tengo los dólares para que ustedes le compren al BCRA, vuelvan dentro de seis meses que yo les garantizo que les voy a dar los dólares'», indicó el exdipuitado nacional con total claridad.
«Bueno, viene con esa bicicleta y esas facturas son cerca de 20.000 millones de dólares, entonces cuando tomas la foto completa, el Banco Central debe casi 30.000 millones de dólares más de los que tiene«, explicó el dirigente radical de JxC. La situación es cada vez más complicada y el Gobierno ya se gastó el 75% del último préstamo (7.500 millones de dólares) que le otorgó el FMI.
El Banco Central y Sergio Massa en una misma encrucijada
Esta situación plantea interrogantes sobre la capacidad del gobierno para gestionar la economía de manera efectiva y garantizar la estabilidad financiera del país. En medio de esta crisis económica, la administración de Massa enfrenta el desafío de encontrar soluciones para abordar la deuda y restablecer la confianza en el sistema financiero argentino en medio de una campaña electoral.
La magnitud de la deuda y su impacto en ahorristas, instituciones internacionales y sectores clave de la economía genera preocupación. La respuesta a estas incertidumbres financieras podría tener implicaciones significativo en el futuro económico del país y en la confianza que sus ciudadanos tienen en las políticas gubernamentales.
