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ESPECTÁCULO

Georgina Barbarossa celebró en sus redes el cumpleaños de sus hijos: «El mejor día de mi vida»

La conductora celebró su amor por sus hijos y especialmente por su nieta.

Georgina Barbarossa
Georgina Barbarossa

Georgina Barbarossa tiene un gran vínculo con sus hijos, Juan y Tomás; quienes son hermanos mellizos. En este sentido, la conductora expresó su amor por los 2 y definió su nacimiento como el mejor día de su vida. Por otro lado, recientemente la conductora se convirtió en abuela, luego que Julia llegara al mundo de la mano de Juan.

A través de su Instagram, Georgina Barbarossa no escatimó palabras de afecto para las 2 personas a quien más quiere en el mundo. En este aspecto, la conductora expresó: «4 de noviembre. El mejor día de mi vida desde 1987 cuando nacieron Juan y Tomás. Amores de mi vida, mis chamanes, mis magos, mis maestros. Gracias a ustedes estoy de pie. Quienes me hacen reír, disfrutar», aseguró la actriz.

Posteriormente, Georgina Barbarossa recordó a la más reciente integrante de su familia, Julia. Además, manifestó: «Mis mejores obras de arte que ahora se van completando con la llegada de Julia. Esa muñequita hermosa. Los amo, les deseo felicidad infinita. Gracias por todo», concluyó la conductora, quien vive sus mejores días en la televisión.

Georgina Barbarossa comentó su mala experiencia con el botox

Actualmente, los retoques estéticos que suelen realizarse las personas vinculadas a la farándula, está en plena discusión por sus consecuencias. En este aspecto, Georgina Barbarossa contó su experiencia personal en el programa de Andy Kusnetzoff. Puesto que, la conductora confesó que en cierto momento utilizó bótox, sin embargo, el resultado no fue el deseado.

A través del programa «Podemos Hablar», Georgina Barbarossa compartió su malestar por la experiencia. En este sentido, la conductora expresó: «Una vez me pusieron bótox, alguien que no sabía, se dice el pecado pero no el pecador, en la zona de acá, de los labios. Y no sé puede poner en la boca. Tenía que tomar el mate con una bombilla distinta. Hablaba todo así, no podía. Entonces fui a que me lo acomoden, te lo empiezan a romper ahí en el momento. Se me caía todo, no podía».