El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha endurecido su opinión sobre cómo Argentina está ejecutando un programa económico por 44.000 millones de dólares, que se ha desviado del rumbo antes de una importante elección presidencial, según dijeron tres fuentes con conocimiento directo del tema a la agencia Reuters.
La junta de directores ejecutivos del FMI se reunió el pasado 30 de octubre en un encuentro, que no fue reportado previamente, para una sesión informativa informal sobre Argentina por parte del personal del organismo. Durante la reunión, surgieron preocupaciones sobre la rapidez con la que nuestro país ha estado perdiendo reservas internacionales desde la última revisión del programa en agosto.
Los términos utilizados durante la reunión también reflejaron una postura más dura, agregó la fuente, con miembros de la junta mencionando una «mala gestión» del programa por parte del Gobierno de Argentina, en lugar de expresiones como «desviaciones políticas» o «bajo desempeño» que habían sido utilizadas anteriormente.
Con «reservas agotadas y una moneda sobrevaluada, las recientes medidas económicas no están alineadas con el programa», añadió una segunda fuente a Reuters. El Banco Central ha intervenido en el mercado paralelo de divisas por «una cantidad considerable de 2.700 millones de dólares en los últimos tres meses, ya que las presiones cambiarias han aumentado en medio del ciclo electoral», según JPMorgan.
Las reservas netas negativas de divisas ascienden a 15.300 millones de dólares. En un informe de agosto, el FMI dijo que el programa de Argentina se había desviado, pero permitió cambios en algunos objetivos – como aliviar los objetivos de reservas – para volver a encaminarlo.
Esta postura más dura del FMI refleja la opinión de que, a pesar de las concesiones, el programa se está descarrilando cada vez más. Esto podría poner en peligro futuros desembolsos. También llega en un momento delicado para el país con problemas de liquidez, que tiene una revisión del programa programada para este mes.
Por su parte, un portavoz del FMI confirmó que la reunión del 30 de octubre se había celebrado «de acuerdo con la práctica establecida». Añadió que por el momento no se había fijado ninguna fecha para la séptima verificación. «Al igual que con cualquier revisión, necesitaremos establecer que el programa sigue en camino de lograr sus objetivos y que hay trabajo y mayor compromiso por hacer», añadió.
Argentina se convirtió en el principal deudor del FMI en 2018, después de recibir un préstamo por 57.000 millones de dólares para ayudar al gobierno Mauricio Macri a salir de una crisis económica. Pero ese programa fracasó. El Ejecutivo de Alberto Fernández negoció un préstamo con objetivos económicos modestos para refinanciar 44.000 millones de dólares que aún se adeudan.