Fiel a su estilo picante, «Gran Hermano» volvió a la pantalla y ya se vieron los primeros encontronazos entre los concursantes. De hecho, los integrantes de la nueva temporada del reality ya eligieron a los nominados para la primera gala y se generó un escándalo que alertó a Telefe.
Todo comenzó cuando Juliana, también conocida como Furia, se sacó luego de quedar nominada. Mientras algunos de los «hermanitos» trataron de brindarle contención a la doble de riesgo, ella salió con los tapones de punta: «Acepten a las personas como son. Ustedes tienen una personalidad, y yo tengo otra».
«Si yo quiero caminar, hacer chistes y contar pel*tudeces, es mi micrófono», añadió la participante de «Gran Hermano» muy exaltada. Además, «Furia» le hizo una advertencia a los presentes: «Cada uno vino acá por algo. Yo vine a c*garme de risa de mí, cómo es mi personalidad».
Pero eso no fue todo y «Furia» lanzó una frase que puso entre interrogantes su permanencia en el certamen: «Dejen de decirme ‘Juli basta’, ‘Furia pará’. Más me dicen eso y más me ganas de irme me dan. ¿Saben qué? Yo a mi vida la vivo como quiero, porque la vivo hace años».
«Ustedes se van a quedar acá adentro, literal, yo ya sé lo que pasa conmigo, lo sé porque me pasa en la vida en general. A mí ‘siempre me señalan, me apuntan con el dedo’ y la canción que viene Listo, relajen, si no quiero que me abracen, si no quiero que…», concluyó «Furia» y se vio tensión en el clima de la casa de «Gran Hermano».
Dura crítica
En pocos días de convivencia se vieron varios focos de explosión en «Gran Hermano» y los cuestionamientos se hicieron presentes. Por ejemplo, Beto Casella se refirió a la salud mental de los concursantes: «Mal que nos pese, un porcentaje de estos grupos terminan en condiciones lamentables, deplorables, anímicas. Porque hay una expectativa previa, ya lo sabemos. Desde el primer ‘Gran Hermano’ que pasa… pero, donde lo ponen es una locura”.