Gustavo Alfaro participó de una entrevista en la que recordó su paso por Boca, donde tomó el equipo luego de la derrota ante River en la final de la Copa Libertadores 2018 en Madrid. En este contexto, el entrenador de Costa Rica comparó las vicisitudes de dirigir al cuadro de la Ribera con los de una selección nacional.
«Boca es una Selección todos los días. En una Selección se te da vuelta el mundo en 10 días, es como que llega, es un torbellino que te da vuelta todo. Dirigir una Selección es dirigir el sentimiento de un país entero, entre los que quieren que gane y los que quieren que pierde, es un país el que está pendiente de Boca», comentó el Profesor en diálogo con Espn, sobre la intensidad que se vive en el Xeneize.
«Boca traspone fronteras en cualquier parte del mundo que estás, hay un hincha de Boca. Digo que es un mundo muy intenso, muy lindo, muy apasionante, que cuando estás ahí, estás en el medio de una demanda permanente y cuando ya no estás ahí decís: ‘pucha, que lindo fue haber estado en ese lugar'», agregó con cierta nostalgia Alfaro.
En esta línea, repasó el momento que tomó las riendas del cuadro azul y oro: «Me tocó un proceso muy complejo. Desde el punto de partida, me tocó entrar a un vestuario que venía de perder la final de la Copa Libertadores contra River en Madrid y no era un vestuario fácil. Era una derrota dolorosa en ese sentido y porque Boca venía de ser campeón los últimos dos años».
«Ese plantel cambió 11 jugadores y si hay algo que no tenés en Boca es tiempo, no hay tiempo para probar, no hay tiempo para ensayar. Nosotros jugamos 50 partidos en 10 meses, estás obligado a estar en todos los frentes. Yo tengo muy claro el vestuario que recibí el día que llegué y el vestuario que dejé el último día que me fui», concluyó.
