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POLÍTICA

¿Dios es libertario?: el mensaje oculto de Javier Milei

En un intento de llevar las ideas del liberalismo a cada argentino, Milei utiliza la religión católica y el judaísmo.

Javier Milei

En su asunción como presidente de la Argentina, Javier Milei sorprendió al citar al economista español Jesús Huerta de Soto, conocido por afirmar que «Dios es libertario» y que «el Estado es la encarnación del Maligno». Huerta de Soto, de 66 años, es creador de una maestría en Economía sobre la Escuela Austríaca y defiende ideas que desafían las corrientes académicas predominantes.

Este economista español, vinculado estrechamente a Milei, ha dedicado su carrera a promover las ideas de Ludwig von Mises, Friedrich Hayek y otros pensadores de la Escuela Austríaca. Su relación con Milei se consolidó cuando el argentino contribuyó con un ensayo a una publicación en honor a Huerta de Soto, y el español sorprendió a Milei expresando su apoyo en una charla por Zoom.

En su discurso, Milei reconoció la «grandeza» de Huerta de Soto, y citó sus palabras: «Los planes contra la pobreza generan más pobreza; la única forma de salir de la pobreza es con más libertad». Huerta de Soto defiende la propiedad privada, la libertad de empresa y aboga por desmantelar los Estados en favor del «orden espontáneo de Dios».

¿Evangelizando a los argentinos?: la bajada de línea de Milei

La visión radical de Huerta de Soto se basa en la creencia de que «Dios es libertario», y que el Estado, al ser contrario a Dios, es la «encarnación del Demonio». Para el pensador, todos los Estados y gobiernos son «una banda de ladrones», y aboga por la anarquía de propiedad privada como la expresión más precisa de sus ideas. El economista español llama a las personas a «desmantelar los Estados» y abrazar un «orden espontáneo basado en el amor y la cooperación voluntaria».

Huerta de Soto concluye que, siendo «Dios libertario», aquellos que defienden las ideas de la Escuela Austríaca deben estar orgullosos de ser «anarcocapitalistas» y «anarquistas de propiedad privada». El discurso radical de Milei, respaldado por las ideas de Huerta de Soto, plantea interrogantes sobre el rumbo económico y político que tomará la nueva administración en Argentina.

En un impactante discurso de inauguración, el flamante presidente argentino tomó inspiración del Libro de los Macabeos al afirmar: «En una batalla, la victoria no depende del número de soldados, sino del poder que viene del cielo». Este lema, que fue un pilar en su campaña, simboliza la resistencia y rebelión del pueblo judío frente a la helenización impuesta por el rey Antíoco IV Epífanes.

Milei, aludiendo a la festividad de Janucá, destacó la conexión entre la victoria de los Macabeos sobre los poderosos seléucidas con su propia lucha contra las adversidades en la Argentina. Además, enfatizó la necesidad de invocar las «fuerzas del cielo» para superar los desafíos que enfrenta su gobierno.

En este contexto, surge la pregunta de cómo la población argentina reaccionará a estas ideas extremas ¿Aceptará el pueblo argentino el llamado a desafiar las estructuras gubernamentales establecidas en favor de un orden basado en la cooperación voluntaria sin Estado? Solo el tiempo revelará la verdadera magnitud de este cambio.