El presidente electo Javier Milei finalmente no podrá usar el cadillac negro que mandó a comprar en su momento el exmandatario Juan Domingo Perón y que usaron Raúl Alfonsín, Carlos Menem y Fernando de la Rúa en sus respectivas asunciones. La intención del líder de La Libertad Avanza era transportarse por las calles del microcentro porteño a través de ese vehículo en el marco de su asunción el domingo 10 de diciembre. Pero un insólito motivo lo privará de ello.
Al respecto se refirió Luis Spadafora, presidente de la Fundación Museo del Automóvil, entidad que se encargó de la restauración del auto entre 2016 y 2017 durante la administración de Mauricio Macri. “Acá hay un problema político”, adujo este miércoles Spadafora en declaraciones a Radio Rivadavia. Y subrayó que “una cosa es tener sentido común, pero contra las autoridades no podés”.
¿Qué ocurrió con el célebre cadillac? “Antes del balotaje, cuando no sabíamos quién iba a ser el presidente, queríamos recuperar el auto para ponerlo en servicio para que se pueda utilizar”, recordó Spadafora. Y continuó: “Entonces, hablé con el coronel de Casa de Gobierno y le explicamos que los entusiastas que habíamos restaurado el auto queríamos ponerlo en valor para que lo pueda utilizar el próximo presidente”.
No obstante, el coleccionista remarcó que no le comunicaron nada, hasta “el jueves de la semana pasada a última hora”. Lo llamó la directora del Museo del Bicentenario, Andrea Rabolini, donde se halla el vehículo, “que en ese momento parecía que tenía ganas de colaborar”, acotó. Tras ello, comentó: “Le dijimos que teníamos que armar la rampa para poder subirlo por las escaleras (porque se encuentra en un subsuelo) y tres días trabajando 24 horas para dejar el auto”.
“Habíamos previsto todo eso y queríamos que el auto esté en el Museo de la Casa de Gobierno pero en el hall, la parte superior, así uno podía sacarlo, pero las autoridades dicen una cosa”, objetó Spadafora. “Ahí nos dimos cuenta que teníamos dos frentes: el tiempo operativo, lo técnico, lo teníamos calculado y resuelto, íbamos a poner otro tanque, una bomba nueva, para no tener ningún problema”, aseguró.
“Pero al otro día -siguió- la directora del museo me empezó a pedir cosas insólitas, como que venga un ingeniero civil y se haga responsable por las rampas, que tiene que presentar una factura. Después me mandó a un empleado de ella y me pidió la cédula verde. También me llegó a decir que no tiene la VTV (verificación técnica vehicular”, dijo un atónito Spadafora.
Por otra parte, comentó que “el auto pierde líquido fluido de la caja de velocidad, la rueda delantera izquierda chorrea líquido de freno, el carburador hay que sacarlo y ponerlo en servicio”. En este sentido, recordó que “cuando Macri asumió también quería usar el auto” y que cuando “se lo entregaron dos días antes estaba totalmente detonado” mecánicamente.
