Baby Etchecopar finalmente celebró su casamiento con Silvia Cupeiro frente a sus seres queridos. A pesar de la buena onda, Susana Roccasalvo reveló que hubo algunas situaciones de tensión afuera del establecimiento dónde el famoso festejó sus nupcias con la mujer de su vida.
Tras hablar de la desorganización del evento de Baby, Roccasalvo se refirió al trato que obtuvo la prensa que fue a cubrir la boda: «Hubo quejas de periodistas, camarógrafos y fotógrafos que estuvieron en la puerta. Hubo un grupo de gente de seguridad un poquito imperativo, con actitud medio de matones, que no corresponde”.
En ese contexto, la conductora de Canal Nueve añadió: “Seguramente le va a llegar a los oídos de Baby y van a poner un poco las cosas en orden. No es la puerta de un boliche, es la puerta del casamiento de un hombre muy conocido; y esos muchachos podrían haber ido a cualquier lado un sábado a la tarde y no a trabajar, pero sin embargo fueron a trabajar”,
“La actitud debe ser otra. Y que la prensa se haya hecho presente sin que nos inviten, pero vamos con otra actitud, para tener imágenes, la palabra de alguien. Casi casi un fotógrafo muy conocido se fue a las manos con uno de ellos”, sostuvo la presentadora sobre el malestar en el evento de Baby.
El padrino de la boda
Antes de dar el sí, Baby Etchecopar habló del rol de importancia que tuvo Eduardo Feinmann en su casamiento: «Eduardo es familia de mi mujer. Por ende, pasó a ser familia mía. Mi suegro era como el padre de Eduardo”
“Mi mujer tiene más confianza con Eduardo que yo y trabajé con él durante 25 años. Eduardo es uno de los testigos, le pedí que firmara todos los papeles sin mirar nada. Tuve dos años solos que me divertí como loco. Ahora hace siete años que estoy con Silvina. Necesitamos formalizar porque ella tiene que ser mi mujer”, explicó posteriormente.