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ESPECTÁCULO

«Muy enfermo»: consternación en América TV por el llanto de Luis Ventura en pleno programa

El periodista rompió en llanto y angustió a todos sus compañeros.

Luis Ventura

Un momento realmente angustiante fue el que se vivió en «A la Tarde», el programa que lleva adelante Karina Mazzocco a través de la pantalla de América TV. Fue en vivo y en directo donde Luis Ventura decidió compartir parte de su historia de vida frente a sus compañeros de trabajo.

«Voy a contar una anécdota, ayer alguno pudo haber visto que me compré una silla de ruedas y la metí al baúl del auto. Ya la estrené ayer. Porque Antonito ha crecido mucho, tiene 10 años y está hecho una bestia. Muchas veces, alzarlo como lo hacíamos antes cuesta», comenzó revelando.

«Yo tengo la cadera que voy a ver si me opero… y estaba buscando la manera de que cuando salga con él y se quede dormido, no haya que empezar a improvisar manteles para llevarlo. El ideal era una silla de ruedas. Yo recuerdo haber comprado una que era una 4×4. Cuando mi viejo se enfermó no podía caminar. Yo le compré una silla de ruedas pero él no la quería usar porque le daba vergüenza», sentenció.

Fue allí cuando Luis Ventura rompió en llanto en pleno programa. «Ay, Ventu…», dijo Karina Mazzocco sin poder creer lo que estaba sucediendo. «Esto es doloroso lo que te voy a contar. Él estaba muy enfermo y con mi hermano nos turnábamos porque él quería salir temprano para que no lo vieran», lanzó entre lágrimas.

«Esa silla de ruedas, cuando murió mi papá quedó dando vueltas. Un día, yo había tenido un problema en una pierna y la quise usar. Cuando la fui a buscar no estaba. Empecé a putear. Lo que pasó fue que había pasado una mujer que tenía a la madre inválida, vino a pedir unos mangos para comprarle una silla de ruedas. El bolud* de mi hermano le regaló la de mi viejo», comentó.

«Yo lo tomé a mal, yo prefería comprar otra silla de ruedas, pero esa no. Esa era de mi viejo. Ahora empecé a buscar la vuelta de cómo hacíamos con Antonito cuando había que alzarlo, y pensé que el ideal era la silla de ruedas. Y ayer la estrené. Cuando uno se pone más viejo se vuelve más sensible, yo nunca derramé una sola lágrima», sentenció.

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