Diego Schwartzman es uno de los deportistas más reconocidos de Argentina en la última década. El Peque trascendió al tenis, convirtiéndose en un ícono por su personalidad y su resiliencia. Además, destacó al ser un constante Top 20 y hasta meterse en el Top 10 del Ranking ATP. Pero ahora, y desde hace algunas temporadas, vive su peor momento.
«Cuesta describir el momento deportivo que estoy pasando», admitió Schwartzman con un comunicado compungido en redes sociales luego de sufrir una dura derrota en la primera rueda del Argentina Open, el ATP 250 de Buenos Aires, ante el colombiano Daniel Galán. El Peque venía de caer también en su primer partido en Córdoba y en Australia, en un inicio de año muy difícil.
«Las semanas pasan y las respuestas adentro de la cancha no aparecen», se lamenta Schwartzman, que viene de unos últimos años con rendimientos opacos. Acostumbrado desde 2016 a jugar los principales torneos del mundo, en las últimas temporadas bajó considerablemente su ranking y salió del Top 100. Y no parece poder escapar de este ciclo de derrotas.
«Quiero agradecer de corazón a toda la gente, no saben lo lindo y lo que representa sentirme en este momento bancado y alentado como lo hacen adentro y afuera de la cancha. Siempre habrá alguna crítica negativa pero es parte del deporte y también hay que bancarla», dijo Schwartzman en dirección al público.
Y a los 31 años, el Peque, ya alejado de su mejor nivel, quiere seguirlo intentando. «Desde chiquito me enseñaron a levantar la cabeza y seguir intentando. Con humildad, laburo, educación y respeto voy a seguir en esa búsqueda. Y si no sale podré mirar para atrás y estar más que satisfecho por lo logrado y por la gente que tuve al lado siempre que me hicieron un gran deportista y son increíbles personas».
