Luego de tres años y medio vistiendo la camiseta de Boca, Diego González quedó libre a principios de este año y llegó con el pase en su poder a Unión Española de Chile. Ahora, por primera vez desde su salida, el Pulpo rompió el silencio y participó de una entrevista en D Sports Radio en la que disparó contra el ex-entrenador del Xeneize, Jorge Almirón.
Tras las declaraciones de Darío Benedetto sobre los cuerpo técnicos de Boca, Diego González fue consultado por su relación con Almirón y dijo: “Cuando no me tocaba jugar estaba enojado, caliente. Si bien tuve lesiones, quería estar. Fui mucho tiempo al banco. Javi García jugó mucho más que yo. Pero el fútbol siempre te da revancha”.
“Sufrimos muchas lesiones difíciles de los chicos, del Changuito, de Langoni… Jugadores brillantes. Y agarré otro rol. Jamás le voy a tocar la puerta a un entrenador para ver por qué no me pone, entrenaba para que el equipo sea competitivo y mis compañeros me decían ‘hablá, hablá, te tiene que poner, mirá lo bien que estás’. También los jugadores tenemos un ego que es difícil de contrarrestar y pensás ‘si no me pone es porque no me quiere ver’. Es así”, agregó el Pulpo.
Además, el volante de 35 años palpitó el duelo que tendrá con Unión Española el sábado 17 de febrero contra Colo Colo, actual equipo que dirige Almirón: «En dos semanas me toca demostrar que siempre se han equivocado. Si fue decisión del entrenador que ni juegue por cuatro meses, que haga pensar que siempre estuve lesionado, la vida siempre te da revancha y voy a tener la oportunidad de demostrar que conmigo se equivocó”.
Diego González y su relación con Juan Román Riquelme
Por otra parte, el Pulpo habló sobre la crítica que había en las redes sociales con respecto a que en Boca jugaban los amigos del presidente, en su momento Vice. “Según todo el mundo, soy el mejor cebador de mates de toda la Argentina, así que ojalá algún día lo pueda probar, ja. Yo lo leo y me reía. Es parte del juego y lo que se vive hoy. Hay muchas ocurrencias que van con maldad y uno se ríe porque sabe que no es así», comentó.
Y añadió: «Si fuera así yo hubiese tenido más minutos, Javi (García) hubiese sido el arquero antes que llegue Chiquito (Romero). Ahí te das cuenta. Román seguramente nos quiere muchísimo, pero esto es un deporte, una institución y eso siempre lo tuvimos claro. Cuando no cumplís las expectativas, tenés que dar un paso al costado, ya sea el jugador o el cuerpo técnico”.